Una preocupante situación ambiental y de salud pública sacude al departamento del Tolima. Cerca de 20 primates han muerto en las últimas semanas a causa de la fiebre amarilla, una enfermedad viral que ya ha sido confirmada en humanos en la región. Las autoridades han identificado al sur del departamento como el principal foco del brote, generando alerta en municipios como Ataco, Chaparral y Planadas.
La Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) actualizó este fin de semana la cifra de primates muertos por causas asociadas a la fiebre amarilla. Según Zulyana Sánchez, coordinadora de Control y Vigilancia de la entidad, ya se han recuperado 26 cuerpos. De ellos, 19 han dado positivo para fiebre amarilla tras los análisis de necropsia.
La mayoría de estos casos se concentran en zonas rurales y boscosas, donde habitantes han alertado sobre la presencia de monos enfermos o sin vida. En especial, los reportes se han intensificado en los municipios de Ataco y Chaparral. Allí se concentra la mayor parte de los hallazgos, aunque también hay reportes desde Cunday, Purificación y Villarrica.
Comunidades en riesgo y recomendaciones urgentes
Cortolima hizo un llamado urgente a la población para que no manipule primates que se encuentren en condiciones anómalas. Tampoco deben acercarse a cuerpos sin vida hallados en áreas rurales. En su lugar, deben notificar a las autoridades ambientales o de salud para que realicen el levantamiento de los animales y tomen las muestras necesarias.
“Pueden realizar reportes si encuentran un primate muerto, enfermo o que no se mueve. Si lleva días en el mismo sitio o tiene dificultad para movilizarse, es sospechoso”, señaló Sánchez. Agregó que la letalidad de la fiebre amarilla en primates es igual o incluso mayor que en humanos. De hecho, se han registrado casos de monos enfermos que han muerto en cuestión de horas.
La presencia de fiebre amarilla en fauna silvestre también representa una amenaza directa para las personas. La enfermedad, transmitida por mosquitos, puede propagarse a comunidades cercanas si no se controla a tiempo. Por eso, las autoridades sanitarias han intensificado la vigilancia epidemiológica y vacunación en zonas de riesgo.
Mientras se esperan más resultados del Instituto Nacional de Salud, el llamado es a la prevención. La muerte de los primates es un aviso del avance del virus. Actuar ahora es clave para evitar una emergencia mayor.