La tranquilidad del corregimiento de El Estrecho, en el municipio de Patía (Cauca), se vio interrumpida la noche del lunes 13 de mayo. Una volqueta acondicionada con un sistema artesanal de lanzamiento de explosivos fue utilizada para atacar una estación de servicio en la zona, generando pánico entre los habitantes y dejando al menos cuatro civiles heridos.
Las autoridades informaron que el ataque se produjo hacia las 8:30 de la noche. En medio de la confusión, algunos videos ciudadanos mostraron a personas tendidas en el suelo mientras soldados intentaban brindarles primeros auxilios.
Explosión dirigida contra infraestructura civil y policial
El blanco del atentado fue una estación de combustibles Petromil, ubicada en un sector que cuenta con presencia del Ejército por tratarse de una zona rural estratégica. Aunque inicialmente se creyó que podía haber miembros de la fuerza pública heridos, los primeros reportes indicaban que no se registraron policías afectados.
De inmediato, las Fuerzas Militares desplegaron un plan de reacción en coordinación con la Policía Nacional. La subestación de El Estrecho, cercana al lugar de los hechos, fue la primera en activar protocolos de emergencia. Las autoridades también establecieron comunicación con representantes locales para coordinar respuestas humanitarias y de seguridad.
Todo apunta a que el atentado fue ejecutado por el frente ‘Carlos Patiño’, una de las estructuras disidentes de las extintas Farc, con fuerte presencia en el suroccidente del país. Esta misma estructura ha sido señalada como responsable de múltiples hechos violentos en el Cauca en lo que va del año.
El Ejército Nacional ha alertado que estos grupos no solo atacan a la fuerza pública, sino también a la población civil, con la intención de infundir miedo y mantener control territorial en zonas claves para el narcotráfico y la extorsión.
Una violencia que no da tregua en Cauca
Este nuevo ataque revive los temores que quedaron tras los hechos violentos ocurridos durante la pasada Semana Santa. Entonces, el norte del departamento también fue blanco de ataques. En Santander de Quilichao, tanto en la zona urbana como rural del corregimiento de Mondomo, hubo hostigamientos que dejaron dos personas muertas.
Días después, el 19 de abril, otro atentado se registró en el municipio de Corinto. Según la Tercera División del Ejército, los disparos iban dirigidos contra unidades de la Policía en el área rural de El Barranco, un punto que también ha sido escenario de violencia en años anteriores.
La escalada de estos ataques ha generado preocupación en comunidades rurales y urbanas del Cauca, donde la población civil ha terminado en medio del fuego cruzado. A pesar del refuerzo militar y policial, los grupos armados continúan operando en la región con capacidad ofensiva.
Frente a esto hechos, las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para mantener la calma mientras se intensifican las operaciones de vigilancia y control en puntos sensibles del Cauca. El Ministerio de Defensa y los altos mandos militares han reiterado que no cesarán los esfuerzos por recuperar la seguridad en estas zonas del país.
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Mientras tanto, la estación de servicio afectada permanece acordonada. Equipos técnicos realizan evaluaciones de daños y recogen pruebas que permitan identificar plenamente a los responsables del atentado.
