Colombia aseguró un nuevo lugar como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el periodo 2026-2027. Con el respaldo de 180 votos en la Asamblea General, el país logró una de las mayores votaciones de esta elección, lo que refleja la confianza de la comunidad internacional en su papel diplomático y su compromiso con la paz mundial.
Esta será la octava vez que Colombia asume un asiento en el organismo, lo que la consolida como uno de los países latinoamericanos con mayor trayectoria en esta instancia. La Cancillería calificó el resultado como un reconocimiento al trabajo del presidente Gustavo Petro en la proyección internacional de Colombia y a los esfuerzos diplomáticos que ha liderado la ministra Laura Sarabia en los foros multilaterales.
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Compromisos del país en el organismo
El Gobierno se comprometió a ejercer esta responsabilidad con transparencia, liderazgo y respeto al Derecho Internacional. A partir del 1 de enero de 2026, Colombia se unirá a las discusiones clave del Consejo, compartiendo mesa con las cinco potencias que ocupan los asientos permanentes: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, el país trabajará activamente por la defensa de los derechos humanos y la solución pacífica de los conflictos. Además, el Gobierno aseguró que su participación buscará representar los intereses del Sur Global y servir como puente entre naciones con agendas divergentes.
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¿Qué hace el Consejo de Seguridad?
El Consejo de Seguridad es el órgano más poderoso de la ONU. Tiene la misión de mantener la paz y la seguridad en el mundo, lo que le permite autorizar misiones internacionales, imponer sanciones o incluso aprobar intervenciones militares. Su rol ha sido decisivo en conflictos como los de Irak, Corea o Libia.
Además, el Consejo puede investigar crisis diplomáticas, intervenir para evitar escaladas violentas, sancionar gobiernos o actores que amenacen la paz. También participa en la elección del secretario general de la organización. Por eso, los países que integran este órgano, incluso de forma temporal, tienen la oportunidad de influir en decisiones globales de gran impacto.
Junto a Colombia, otros cuatro países ocuparán asientos no permanentes durante el mismo periodo: Bahréin, Letonia, Liberia y la República Democrática del Congo. Cada uno asumirá la tarea de representar a su región y participar en los debates y votaciones que definirán el rumbo de la política internacional.
