La investigación por el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay tomó un nuevo giro tras el hallazgo de una transferencia digital por $3.500, hecha al presunto atacante. Aunque la suma parece insignificante, las autoridades consideran que este giro podría ser clave para develar una estructura criminal más grande detrás del hecho violento. Según reveló Blu Radio, el menor de edad capturado por el ataque habría solicitado el dinero poco antes de disparar al congresista en pleno acto político en Bogotá.
Las primeras indagaciones indican que el menor solicitó la transferencia antes del atentado a un hombre apodado “el de la olla”, vinculado a redes de microtráfico en el centro de Bogotá. Esta conexión con zonas de expendio y el uso de pagos digitales para movilizar recursos abre la posibilidad de que el menor fuera instrumentalizado.
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Autoridades rastrean conexiones y movimientos del atacante
Gustavo Petro insinuó que el atacante no actuó solo, y señaló en sus redes sociales que el menor permaneció varias horas cerca del sitio del atentado, observando y reuniéndose con personas que llegaron en una camioneta. Las autoridades recogieron este dato y lo complementaron con el análisis de más de 1.000 grabaciones de cámaras de seguridad, con apoyo de al menos 250 agentes del CTI y la Policía Judicial.
Las imágenes muestran al joven deambulando por el sector de Santa Fe, manteniendo contacto con varias personas antes de ejecutar el ataque. Esta secuencia ha sido esencial para establecer el patrón de movimiento del presunto sicario, lo que refuerza la hipótesis de que hubo una planificación meticulosa. El uso de pagos digitales y el seguimiento en tiempo real reflejan una modalidad criminal más estructurada de lo habitual.
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Allanamientos y dispositivos incautados revelan nuevas pistas
Tras el atentado, las autoridades intensificaron los operativos judiciales. El 8 de junio, equipos de inteligencia allanaron las viviendas de la abuela y la tía del menor capturado. Allí, los agentes incautaron dos celulares, un computador portátil, cuadernos con anotaciones y documentos que analizan actualmente. Estos elementos podrían contener comunicaciones, instrucciones o evidencias que demuestren vínculos con terceros involucrados en el atentado.
Mientras Miguel Uribe continúa en estado crítico en la Clínica Fundación Santa Fe, la Fiscalía acelera procesos para establecer si hay una red criminal detrás. Líderes políticos y sociales rechazaron de forma unánime el atentado, mientras los investigadores intentan confirmar si alguien manipuló al menor.
