La investigación por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en Bogotá, arroja detalles que han generado aún más indignación. Las autoridades identificaron a Carlos Eduardo Mora González como una de las piezas clave en la planeación y ejecución del ataque. Lo que más ha llamado la atención es que Mora González, detenido tras el atentado, había sido dejado en libertad en febrero de 2024 por decisión de un juez, pese a haber sido capturado por porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
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Según la Fiscalía General de la Nación, Mora González sería quien transportó en un Chevrolet Spark al menor de 14 años que habría disparado contra Uribe Turbay. Además, habría realizado labores de reconocimiento en el lugar del atentado, en el barrio Modelia, dos días antes del hecho, acompañado por otras personas involucradas. El papel de Mora, de acuerdo con el ente acusador, fue esencial para coordinar la logística del ataque: desde el reconocimiento del área, hasta la entrega del arma y las prendas con las que el menor ejecutó el plan criminal.
Historial judicial de Mora González agrava el caso
El historial judicial de Mora González agrega gravedad al caso. En febrero de este año, fue capturado en Caquetá con un arma de uso privativo. Sin embargo, el juez de garantías ordenó su libertad mientras se tramitaba el proceso judicial que sigue activo. En la audiencia de imputación, Mora negó los cargos y se declaró inocente, según registros de la Fiscalía Segunda Especializada de Florencia.
Ahora, tras su detención en un retén en el sur de Bogotá, Mora González enfrenta nuevas acusaciones y un proceso que pone bajo la lupa las decisiones judiciales que permitieron su permanencia en libertad. Entre tanto, la Fiscalía continúa adelantando interrogatorios a otras personas presuntamente involucradas en la organización del atentado.
