En Bogotá, fueron capturados doce policías vinculados a una red de corrupción interna que operaba desde la Policía Metropolitana.
Entre los detenidos hay un teniente y once patrulleros, a quienes se les acusa de usar su autoridad para proteger actividades ilegales y manipular estadísticas mediante detenciones ilegales.
Estas acciones se habría descubierto gracias a denuncias de habitantes del barrio Puente Aranda, quienes alertaron sobre el comportamiento sospechoso de algunos uniformados, quienes en lugar de garantizar la seguridad, estarían facilitando el accionar del crimen organizado.
Una investigación de la Fiscalía General de la Nación reveló que estos policías negociaban con presuntos vendedores de droga, liberándolos a cambio de dinero o evadiendo su captura, tal como lo demuestran grabaciones obtenidas por agentes encubiertos.
Además, las autoridades descubrieron que las detenciones que realizaban no siempre tenían base legal y se efectuaban solo para inflar las cifras de la Policía, lo que les permitía recibir beneficios administrativos.
Durante la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía presentó cargos como concierto para delinquir, privación ilegal de la libertad, fraude procesal y tráfico de estupefacientes contra los uniformados.
Se durmieron durante la audiencia
Según ‘RCN’, durante la diligencia virtual, los procesados se durmieron, lo que llevó a la suspensión temporal del proceso en varias ocasiones.
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La juez a cargo explicó que los policías usaban presión psicológica contra las personas detenidas, interrogándolas sobre sus familias y amenazándolas con penas de prisión para intimidarlas.
Hasta el momento, nueve de los policías implicados permanecerán en prisión preventiva, mientras los otros tres enfrentarán el proceso bajo detención domiciliaria. La investigación sigue abierta y aún no se descarta que haya más capturas en el futuro.