El país continúa consternado por el video revelado en el que guerrilleros de las disidencias de las Farc celebran el derribo de un helicóptero de la Policía en zona rural de Amalfi, Antioquia. En las imágenes, los hombres armados gritan arengas contra los uniformados asesinados y repiten la palabra “coronamos” tras consumar la acción. El Ejército Nacional confirmó la autenticidad de la grabación, que muestra la crudeza con la que actúan estas facciones armadas.
El presidente Gustavo Petro reaccionó de inmediato. Desde Valledupar, donde entregó más de 6.800 hectáreas de tierras, afirmó que “la junta del narcotráfico, heredera del bloque capital de los paramilitares, dirige las disidencias de ‘Iván Mordisco’, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo”. Según el mandatario, el terrorismo es ahora la principal herramienta de estas organizaciones, que operan como una confederación internacional de mafias.
Ola de violencia en el país
También, el jueves 21 de agosto marcó una jornada sangrienta en Colombia. puesto que en la mañana, un helicóptero policial fue derribado en Amalfi, donde murieron 13 uniformados, incluido un capitán. El ataque, atribuido al grupo al mando de alias Calarcá, se produjo en medio de labores de erradicación de cultivos ilícitos. Los atacantes usaron fusiles y un dron cargado con explosivos, lo que demuestra el alto nivel de sofisticación de su operación.
Horas más tarde, la violencia se trasladó a Cali, con un camión bomba explotó frente a una base aérea militar en el norte de la ciudad, causando la muerte de siete civiles y dejando más de 60 heridos. Testigos describieron escenas de caos, con vehículos en llamas, viviendas destruidas y familias corriendo a refugiarse en medio del estruendo. La Fiscalía confirmó la captura de dos hombres presuntamente involucrados en el atentado.
El general Hugo López, comandante de las Fuerzas Militares, anunció el despliegue total del Ejército en Amalfi, con refuerzo de artillería y operaciones aéreas en la zona. En Cali, el alcalde Alejandro Eder ordenó la militarización de la ciudad y un incremento de la vigilancia en las entradas principales. La Fuerza Aeroespacial Colombiana mantiene sobrevuelos de reconocimiento en la región del ataque.
Petro, tras reunirse en Cali con ministros y la cúpula militar, calificó el atentado como una reacción de los guerrilleros a los operativos en el Cañón del Micay, un área estratégica para el narcotráfico. “Estamos enfrentando a una mafia internacional, con bandas armadas aquí. El golpe a la población de Cali es brutal, es de terror”, expresó.