Cada 31 de octubre, las calles se llenan de disfraces, luces y calabazas. En colegios, centros comerciales y barrios, niños y adultos salen a celebrar Halloween, una tradición que combina historia y cultura, cuestionada por algunos. Pero detrás de esta colorida fecha hay siglos de evolución, leyendas celtas y un largo camino hasta convertirse en la fiesta que hoy conocemos en Colombia.
El origen de Halloween se remonta a la antigua celebración celta de Samhain, una fiesta que marcaba el final de las cosechas y el inicio del invierno. Según National Geographic, los pueblos del norte de Europa creían que, durante esa noche, el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus regresaran a la Tierra.
Para protegerse de esas almas, la gente encendía fogatas y usaba máscaras con rostros aterradores tallados en nabos o remolachas. Con el paso de los años, esas figuras dieron origen a las calabazas iluminadas que hoy decoran las casas en todo el mundo.

Más adelante, cuando el cristianismo se expandió por Europa, la Iglesia incorporó esta fecha al calendario religioso como la víspera del Día de Todos los Santos, o All Hallows’ Eve, de donde deriva la palabra Halloween.
El viaje de Halloween a América
La historia moderna de Halloween comenzó con los inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, huyendo de la Gran Hambruna. Ellos llevaron consigo sus costumbres, entre ellas el Samhain.
Como explica la BBC, en Estados Unidos la tradición se mezcló con nuevas prácticas. Los niños comenzaron a recorrer los vecindarios pidiendo dulces con la frase “truco o trato”, las familias decoraban sus casas con espantapájaros y calabazas, y las fiestas temáticas se volvieron populares.
Con el tiempo, Halloween dejó de ser solo una noche de historias de miedo y se transformó en una celebración de creatividad, disfraces y diversión para muchos. Hoy es la fecha no religiosa más celebrada en Estados Unidos, con un impacto cultural y comercial que se ha extendido a muchos países, incluido Colombia.
Cómo llegó Halloween a Colombia
La tradición cruzó fronteras a mediados del siglo XX, influenciada por la televisión, las películas y la publicidad estadounidense. Como recuerda la Revista Cambio, en las décadas de 1960 y 1970 comenzaron a verse las primeras fiestas de disfraces en colegios y barrios colombianos. Los programas infantiles y las películas de Hollywood ayudaron a popularizar la “noche de brujas” entre los más jóvenes.

Desde entonces, Halloween se convirtió en una de las fechas más esperadas del año. Hoy se celebra en colegios, centros comerciales, discotecas y parques, donde miles de familias disfrutan de actividades temáticas, concursos y recorridos para pedir dulces.
Según una encuesta reciente de Fenalco, el 73% de los colombianos participará este año en las celebraciones. La mayoría lo hará en familia, y un creciente número de personas también disfrazará a sus mascotas, reflejando cómo esta fecha se ha adaptado a las nuevas tendencias culturales.
Halloween hoy: tradición, creatividad y seguridad
Más allá de las calabazas y los disfraces, Halloween se ha convertido en un espacio para la creatividad. Los colombianos apuestan por atuendos inspirados en la cultura pop, el anime y las películas, pero también por opciones sostenibles hechas con materiales reciclados.
Las autoridades locales, como la Policía Nacional y las alcaldías, también han reforzado los llamados a la seguridad. Cada año recuerdan a los padres no dejar solos a los niños, revisar los dulces y evitar aglomeraciones o zonas de riesgo.
En ciudades como Cali, Medellín y Bogotá, se implementan operativos especiales de movilidad y acompañamiento ciudadano durante toda la noche del 31 de octubre, para garantizar que la celebración se viva con alegría y tranquilidad.