El conflicto diplomático entre Estados Unidos y Canadá ha tomado un giro inesperado en el sector cafetero. A modo de protesta contra las políticas de Donald Trump, diversas cafeterías canadienses han decidido cambiar el nombre del café americano por “café canadiano”. Esta iniciativa, impulsada por Kicking Horse Coffee en Columbia Británica, busca reforzar el orgullo nacional y diferenciarse del vecino del sur.
La medida ha sido adoptada por otros establecimientos, generando una ola de apoyo en redes sociales y abriendo el debate sobre la relación entre los nombres de los productos y la identidad nacional. William Olivera, propietario de una reconocida cafetería en Toronto, celebró la iniciativa y destacó que es una forma de reafirmar la independencia cultural de su país.9
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Reacciones en México y propuestas para un nuevo nombre
El movimiento canadiense ha resonado en México, donde usuarios de redes sociales han sugerido alternativas para renombrar la popular bebida. Dado que el país también ha tenido tensiones diplomáticas con Trump, muchos consideran oportuno seguir el ejemplo de Canadá y darle una identidad propia al café americano.
Entre las propuestas destacan “café mexicano”, “café de olla” y “café negro”, cada una con un significado particular dentro de la tradición cafetera del país. Algunos internautas han optado por nombres más creativos, como “café amerinaco”, combinación de “americano” y “mexicano”, que refleja tanto la historia de la bebida como su adaptación en distintas culturas.
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El origen del café americano
El café americano surgió en la Segunda Guerra Mundial, cuando soldados en Italia diluían el expreso para imitar el café de su país. Con el tiempo, esta preparación se popularizó y hoy es una de las opciones más consumidas en cafeterías de todo el mundo.
La bebida se caracteriza por su suavidad y versatilidad. Puede prepararse con distintos tipos de grano y tostado, lo que permite ajustarla al gusto de cada persona. Su fácil preparación y accesibilidad han contribuido a su permanencia en el mercado global.
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Un debate más allá de la taza de café
Aunque el cambio de nombre de una bebida pueda parecer un gesto simbólico, este movimiento refleja un trasfondo más amplio sobre la identidad cultural y las relaciones internacionales. Tanto en Canadá como en México, el debate ha servido para destacar el valor del café como elemento de identidad.
A medida que el movimiento gana fuerza, queda por ver si las cafeterías mexicanas adoptarán un nuevo nombre para el café americano o si el debate quedará solo en las redes sociales. Lo cierto es que, por ahora, esta iniciativa ha despertado un interés inesperado en el significado detrás de cada sorbo
