El papa Francisco falleció el pasado 21 de abril, tras largos meses de haber padecido quebrantos de salud. Su partida marcó a la Iglesia Católica del mundo entero, que se puso de luto y despidió al sumo pontífice. Este sábado 26 de abril, tras cinco días en la cámara ardiente, finalmente fue el funeral del papa Francisco, cuyo cuerpo reposa en una ataúd sin mayores lujos, tal como él pidió que fuera.
Por lo menos 50 jefes de Estado, entre presidentes y figuras de la realeza, le dieron su último adiós a Francisco. Jorge Bergoglio, quien asumió el papado en 2013 y pidió ser nombrado “Francisco” en honor a San Francisco de Asís, fue el primer papa latinoamericano y jesuita. Abogó por los más vulnerables, alzó su voz por los migrantes e hizo de la Iglesia Católica un lugar para todos, incluso para la comunidad Lgtbiq.
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Su féretro se construyó en madera y se revistió de zinc. En su funeral, el cardenal Giovanni Battista Re recordó la vida de Francisco y fue quien presidió su despedida. “Fue un papa entre el pueblo, con el corazón abierto hacia todos”, dijo. Finalmente, las campanas sonaron tres veces al mediodía, tras la bendición del féretro. Su rostro fue cubierto con un velo blanco y su féretro sellado. Con el rosario negro entre sus manos y el rojo carmesí, el mundo vio por última vez a Francisco. Esta vez, en una eterna paz. En un descanso eterno.
La procesión del féretro y el descanso eterno del papa Francisco
Después de una misa, el féretro del papa Francisco recorrió las calles de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor. Ahí reposarán sus restos. Por primera vez en un siglo, un papa no es enterrado en las grutas de la Basílica de San Pedro. Su cuerpo fue enterrado en la tierra. Su lápida lleva solo la inscripción de “Franciscus”.
“Deseo que mi último viaje terrenal termine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detengo a rezar al inicio y al final de cada viaje apostólico, confiando mis intenciones a la Madre Inmaculada y dando gracias por su dulce y maternal cuidado”, fueron los deseos de Francisco, plasmados en su testamento.
El funeral del papa Francisco dejó momentos clave para la política mundial, como el encuentro de los presidentes de Estados Unidos y Ucrania, Donald Trump y Volodímir Zelenski. Ambos mandatarios pidieron tener una reunión en privado para negociaciones de paz con Rusia. Esa imagen se convirtió en algo simbólico para la geopolítica mundial, pues Rusia y Ucrania atraviesan un complejo conflicto.
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En Colombia, el presidente Petro dio su último adiós
El presidente Gustavo Petro consideraba al papa Francisco como su “gran amigo”. Al conocer su muerte, Petro aseguró sentirse “solo”. Su deseo era acompañar el funeral y, aunque alcanzó a confirmar sus asistencia, luego tuvo que echarse para atrás. Según anunció el presidente, su médico le prohibió viajar por 12 horas hasta Roma.
“Allá entierran a un amigo, descendiente de latinos de la península itálica como los tengo yo, entre ancestros zenúes americanos y negros del África esclavizados”, dijo Petro. En su lugar, asistieron su esposa, la primera dama Verónica Alcocer, y la canciller Laura Sarabia. También Alberto Ospina, embajador de Colombia ante el Vaticano.
El presidente Petro compartía ideales con Francisco. Ordenó imprimir la encíclica del Laudato Sí —en la que Francisco habla del cambio climático y cuidar la casa común— para su lectura en las escuelas de Colombia. Lo visitó en el Vaticano el año pasado y siempre lo consideró un aliado suyo. Francisco dejó un legado para la paz en Colombia, especialmente por su apoyo al proceso con las extintas Farc.
De esta manera, el presidente Petro despidió al sumo pontífice, quien se alejó de años de tradición del Vaticano con el papado. Con su descanso eterno, ahora el cónclave de cardenales se prepara para elegir a su sucesor y que el mundo católica ansía por darle la bienvenida.
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