Fito Páez, uno de los referentes más influyentes del rock argentino, desató una tormenta mediática tras opinar sobre la coherencia entre ciertas expresiones culturales y la lucha feminista. Durante una entrevista en el programa Mirá quién vino, conducido por Julia Mengolini en Futurock, el músico cuestionó la legitimidad de algunos discursos feministas que según él se contradicen al celebrarse en ritmos que perpetúan estereotipos y roles patriarcales. “Si decidís bailar esa música donde te van a perrear y te van a garchar toda la noche, es problema tuyo. Pero después no me pidas que te apoye en el Congreso”, afirmó.
Sus palabras generaron una inmediata reacción en redes sociales, donde miles de usuarios, especialmente mujeres, criticaron lo que interpretaron como un juicio moral y sexista. Otras voces, sin embargo, defendieron la idea de coherencia entre el discurso feminista y las prácticas culturales que lo acompañan.
Le puede interesar: MinDefensa considera dar cargo a general mencionado por falsos positivos
¿Puede el reguetón ser feminista?
En el corazón de la controversia está el reguetón y otros géneros urbanos. Para Páez, estas expresiones musicales se han vaciado de contenido melódico y poético, reduciéndose al ritmo y a letras que, desde su perspectiva, refuerzan la cosificación femenina. “Hoy las músicas se llevaron puesta la melodía y la armonía, quedó solo el ritmo… y ni hablar de las letras. ¿Cómo puede ser que todo sea mover el culo?”, cuestionó.
Aunque no lo dijo explícitamente, el rosarino puso en duda que una mujer que disfruta y reproduce este tipo de música pueda sostener con fuerza una agenda feminista. Esto, para muchas feministas contemporáneas, representa una mirada conservadora sobre los cuerpos, el placer y la autonomía, mientras que para otros, como Páez, es una crítica legítima a lo que él percibe como una incoherencia discursiva.
Lea también: Protestas en ‘la Escombrera’ mantienen cerrado tramo vital
Feminismo y arte: ¿hay formas “correctas” de lucha?
Páez planteó una reflexión sobre la importancia de que los movimientos sociales generen estéticas, manifiestos y obras. Para él, cuando esas luchas no se expresan de manera sólida a través del arte o el pensamiento, se debilitan. “Los movimientos que no generan estética se caen o están flojos de papeles”, afirmó.
Más allá de las frases polémicas, Fito Páez expuso un conflicto profundo entre generaciones y concepciones del feminismo. Su visión, influenciada por una estética del rock clásico, choca con nuevas formas de militancia donde el cuerpo, el goce y lo popular no son vistos como opuestos a la lucha, sino como herramientas de emancipación.