Por Miguel Ángel Arango
Elecciones octubre 29
ABSTENCION, EL GRAN TEMOR DE LOS POLITICOS
La queja unánime de los políticos es la apatía de los ciudadanos frente a las elecciones regionales de las cuales nos separan dos meses y medio. La gente no quiere escuchar candidatos y la presencia de posibles electores en reuniones convocadas por líderes es escasa.
Hay indiferencia electoral pero también asusta el desconocimiento de ciudadanos sobre que se escoge el 29 de octubre. Muchas personas ignoran que el 29 de ese mes tendremos elecciones y que en esa fecha elegiremos alcaldes y gobernadores. Y aunque parezca absurdo no son pocos los caleños que desconocen identidades de candidatos a la alcaldía de la ciudad.
En Cali siempre se ha impuesto la abstención. Generalmente votan entre el 48 y el 51 por ciento de las personas que hacen parte del censo electoral. Hoy nos rodean algunas circunstancias que hacen presumir condiciones distintas en los comicios. La desconfianza en el gobierno nacional y la frustración de muchos colombianos al elegir un gobierno que se creía diferente pero que para los votantes resultó igual o peor que los tradicionales alejará a compatriotas de las urnas.
“En épocas como esta yo asistía a reuniones con doscientas personas pero en esta campaña no llegan más de treinta y eso que te hablo de líderes muy buenos y experimentados en las comunas caleñas”, lamenta un congresista al hacer referencia a un posible gran fenómeno abstencionista.
El resultado electoral en los días previos siempre es incierto pero en lo único en que puede haber certeza es en que estaríamos frente a una gran ausencia de electores.
En Cali varios elementos pueden contribuir para que la gente no vote. El alcalde Jorge Iván Ospina, tiene el ochenta por ciento de imagen desfavorable, los contribuyentes casi que en su totalidad sienten que preside un gobierno corrupto y que ha sido incapaz de controlar amenazas complejas como la inseguridad. Pero al mismo tiempo caleños creen que algunos concejales han sido cómplices o al menos permisivos con el latrocinio que la ciudad ha soportado en los últimos cuatro años.
LOS MISMOS
No se puede ocultar que hay preocupación entre los candidatos. Hasta quienes han sido elegidos en distintas oportunidades se asustan. La historia nos enseña que la abstención suele castigar con mayor rigor a los aspirantes a corporaciones públicas o cargos del ejecutivo a quienes carecen de apoyos de estructuras políticas.
La votación la mueven contratistas y la burocracia que está nombrada. El que tiene un empleo así sea temporal no quiere perderlo y gasta dinero y tiempo para que su concejal sea reelegido. Y si esa persona es contratista es porque generalmente está en capacidad de sumarle votos a un concejal o a un candidato a la alcaldía.
El mejor ejemplo de ausencia de electores en el país sucede en las elecciones atípicas en donde votan muy pocas personas. En julio del año 2012 tuvimos elecciones atípicas de gobernador del departamento y solo el diez por ciento por censo electoral fue a las urnas. Sufragaron doscientos mil vallecaucanos y eligieron a Ubeimar Delgado que tenía el apoyo de por lo menos el setenta por ciento del aparato político. Ganó fácil y le sacó casi cien mil votos de diferencia a quien quedó de segundo.
Por pírrica que sea la participación sobreviven las estructuras. La U es el partido más organizado en todo el departamento y los apoyos en burocracia son inconmensurables y está en capacidad de sobrevivir a una eventual crisis. Pueden bajar la votación pero perder una de sus cuatro curules suena a imposible.
En el liberalismo sí reina el escepticismo. El único fijo -opinión de muchos- es el concejal Fabio Arroyave y un abandono de sufragantes puede ser una catástrofe para los otros tres concejales. Y la abstención también impactar al conservatismo partido del cual se pronostica que no puede sacar más de una curul.
Al contrario, la Alianza Verde es un partido que en asuntos de burocracia vive su época dorada. En el CAM se asegura que un concejal verde tiene tanto o más poder que el mismo alcalde y se espera que su votación sea envidiable. Lo mismo se espera del candidato de Ospina Rodrigo Salazar, a quien todos los días acompañan centenares de contratistas por todas las comunas de la ciudad.
Para concluir en un eventual episodio abstencionista solo saldrían bien libradas las listas de los verdes y de la U. Y también queda en un lugar de privilegio el candidato a la alcaldía de Cali que logre el respaldo de estos dos partidos.