Por Miguel Ángel Arango
EL “CHONTO”BUSCA APOYOS POR FUERA DE LA POLITICA
Históricamente los concejales de Cali no han tenido credibilidad cuando se tratan de pactar acuerdos con candidatos a la alcaldía de la ciudad. Casi siempre han actuado como tahúres de la política y sin sonrojarse le apuestan a dos y hasta a tres candidatos. No quieren perder.
Asumen sin pudor el riesgo de afrontar una demanda por doble militancia. Sus respaldos se mueven al vaivén de las encuestas pero también se camuflan en proyectos que son avalados por sus partidos.
Seguramente esos comportamientos son claros para Roberto Ortiz, quien ya fue candidato en dos oportunidades y ha convivido en los últimos cuatro años con los concejales y seguro ya sabe a qué atenerse.
Para su tercera candidatura a la alcaldía de Cali Ortiz va al sitio en donde están los votos. Su presencia es masiva y permanente en todos los barrios de la ciudad y es posible que haya observado el grado del rechazo ciudadano a la clase política y puede sentir que no es cuento enfrentar una alta abstención en las próximas elecciones.
“Siento que el “chonto” salió decidido a ganar porque esta es su última oportunidad y no creo que exista una cuarta candidatura a la alcaldía de Cali,”, dijo un dirigente del liberalismo vallecaucano al ser preguntado sobre el fortalecimiento de la estrategia de Roberto Ortiz al final de la campaña.
¿SIN RESPALDO?
El pasado cuatro de marzo y luego de conocerse el resultado de una encuesta del centro nacional de consultoría la Revista Semana y el periódico El País le dieron mucha importancia al tercer puesto que ocupó Diana Rojas, en esa medición de la intención de voto de los caleños. Periodistas y políticos entendieron que esos medios de comunicación respaldarían incondicionalmente a la exsecretaria de privada de Maurice Armitage. Pero el domingo reventaron una bomba que hizo mucha daño a la dama.
Afirmaron y reafirmaron que Diana Rojas, se entrevistó con el exgobernador Juan Carlos Abadía, con el fin de pedir apoyo para su proyecto político. Y en las informaciones destacan que Rojas les mintió cuando dijo que no se había reunido con el exmandatario pero por pruebas se vio obligada a admitir que hubo el encuentro. De distintas maneras de ese impase salió mal librada.
Desde otro punto de vista esa reunión es intranscendente pero el lector concluye que Diana es mentirosa e incoherente. ¿Pero que pasó para que en ocho días los medios asumieran un comportamiento hostil con Rojas?
ABADÍA
El Consejo de Estado anuló la sanción que le impuso la procuraduría general de la nación en hechos ocurridos en mayo del 2010 y cuando destituyó e inhabilitó durante diez años al exgobernador del Valle del Cauca, Juan Carlos Abadía, por participación en política.
A Abadía lo sacaron de su cargo por una reunión en donde celebraba su cumpleaños y a la cual asistieron alcaldes y el entonces candidato presidencial Andrés Felipe Arias. En un proceso verbal y abreviado en menos de dos meses el joven gobernante fue apartado de su cargo. Reuniones de esa naturaleza se hacen todos los días y hasta la fecha ningún servidor público ha sido destituido por participar en política.
Cuando sale del cargo el joven Abadía el gobierno debió convocar a elecciones atípicas pero el ex vicepresidente de la república de esa época Angelino Garzón, dijo que como estábamos en medio de un fenómeno de la niña esos comicios no se podían hacer.
Tampoco fue designado para terminar el periodo un profesional respaldado por el movimiento significativo de ciudadanos que inscribió a Juan Carlos Abadía. Fue designado un amigo del exvicepresidente. Ese fue el mal vulgar golpe de estado a la democracia colombiana.