El intento del Centro Democrático por detener las reformas del gobierno de Gustavo Petro a través de una consulta popular quedó en el aire. A pesar del esfuerzo de sus líderes y del tiempo adicional concedido por las autoridades electorales, el partido no logró recolectar el número de firmas exigido para que la propuesta avanzara.
Según una investigación de la Silla Vacía, desde mayo de 2023, el uribismo promovió la iniciativa como una respuesta a las reformas en salud, pensiones y laboral presentadas por el Gobierno Nacional. Con Fabio Aristizábal, exsuperintendente de Salud, al frente de la recolección de firmas, el objetivo era conseguir al menos 1,9 millones de rúbricas para validar la consulta. Sin embargo, los promotores aspiraban a un respaldo mucho mayor: 12 millones de firmas, una cifra que demostraría un rechazo masivo a las propuestas del Ejecutivo.
Desde el principio, el proyecto contó con el apoyo de congresistas como Paloma Valencia, Miguel Uribe y Carlos Meissel, además de representantes como Cristian Garcés y Óscar Villamizar. La iniciativa buscaba que la ciudadanía se pronunciara directamente sobre las reformas, con la esperanza de bloquearlas antes de su trámite en el Congreso.
Dificultades en la recolección de firmas
El proceso de recolección se vio obstaculizado por varios factores. La coincidencia con las elecciones regionales de 2023 complicó la estrategia del Centro Democrático, que debía competir con otros esfuerzos políticos en las calles. Además, el contexto de orden público en algunas zonas del país limitó la movilización de voluntarios y congresistas, lo que redujo la visibilidad de la campaña.
Ante estos problemas, el partido solicitó una prórroga para extender la recolección. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptó la petición y amplió el plazo hasta abril de 2024, permitiendo que el uribismo intentara sumar más firmas en los primeros meses del año.
A pesar del tiempo adicional, el 5 de abril se cumplió el plazo sin que se entregaran las firmas requeridas. Al no cumplir con el requisito mínimo, la Registraduría Nacional archivó la iniciativa, dejando sin efecto la consulta.
Este revés evidenció la dificultad de la oposición para movilizar el rechazo ciudadano a las reformas de Petro. Aunque el Centro Democrático mantiene una base fuerte de seguidores, la falta de firmas sugiere que la propuesta no logró la adhesión masiva que esperaban sus promotores.
Reacciones y posturas encontradas
El debate sobre la consulta se reactivó cuando el presidente Gustavo Petro propuso una consulta popular para que la ciudadanía decidiera sobre las reformas laboral y de salud. La respuesta del Centro Democrático fue inmediata: rechazaron la idea y la tildaron de “consulta amañada”.
Óscar Villamizar, uno de los congresistas impulsores de la iniciativa fallida, criticó el alto costo que tendría la consulta promovida por el Gobierno. Según su postura, ese dinero debería destinarse a otras prioridades. Sin embargo, esta posición generó cuestionamientos, ya que el partido había impulsado una consulta con objetivos similares meses atrás.
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Mientras el Gobierno sigue defendiendo sus reformas y el uribismo busca otros mecanismos para bloquearlas, la consulta que prometía ser un golpe fuerte contra Petro terminó en un intento fallido.