Un grupo de madres de pacientes con discapacidades, enfermedades huérfanas y oncológicas protestan a las afueras de la Nueva EPS en Cali. Reclaman falta de atención, atraso en entrega de medicamentos y suspensión de tratamientos para sus hijos. “No la eutanasia pasiva”, se lee en sus carteles. Como ellas, miles de usuarios en todo el país reclaman tener una salud digna.

Este panorama se da en medio de un sistema de salud que agoniza por las billonarias deudas de las EPS, que parecen no tener fin. Hasta septiembre de este año, las EPS debían $1,34 billones de pesos a la red pública de salud del Valle del Cauca. Una cifra que, en los últimos diez años, ha ido en desmedido aumento. Por su parte, Cali cuenta con una deuda por más de 888 mil millones, siendo la ciudad con más cuentas pendientes.

Cifras obtenidas por CW+ Noticias pintan un bosquejo de este panorama, del cierre de servicios, la ola de tutelas y la sobreocupación en urgencias hospitalarias. Esto saca a la luz una crisis de años, choques entre el Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud del Valle, y una reforma a la salud que sigue estancada en el Congreso. Entre tanto, la Superintendencia de Salud ya activó un plan de choque para garantizar la entrega de medicamentos y la red hospitalaria del Valle está en alerta amarilla.

Contexto: Hospitales saturados y pacientes en riesgo en Valle del Cauca por crisis de salud.

Una deuda que no para de crecer en el Valle

En los últimos diez años, la deuda de las EPS con la red pública del Valle ha aumentado un 484%. En 2015, era por más de 276 mil millones de pesos. Luego, entre 2020 y 2021, épocas de la pandemia por el covid-19, ascendió a 495 mil y 547 mil millones de pesos. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), 142.780 personas murieron a raíz del coronavirus, frente a las más de 6 millones que se recuperaron. De ese universo, 15.376 murieron en el Valle.

La pandemia, que inició el 6 de marzo del 2020 en Colombia y finalizó el 5 de mayo del 2022 a nivel mundial, generó una colapso en las redes de salud. En el Valle, llegó a haber una sobreocupación del 99% en los hospitales y clínicas. En 2022, la deuda de las EPS en el Valle del Cauca era de 629 mil millones de pesos. Sin embargo, el pico más alto lo alcanzó entre 2024 y 2025, cuando superó el billón de pesos.

Para este año, la deuda total de las EPS con la red pública de salud es de $1.341.879.403.632 pesos. Esto, sin contar la deuda del distrito especial de Buenaventura y la deuda de IPS Públicas con hospitales, que es por 955.905.443 pesos. Para 2024, fue de $1.093.932.419.611 de pesos. La deuda de IPS en ese año fue por $1.246.571.188 pesos. Hasta 2024, el país reportó una deuda de EPS por 32,9 billones de pesos, según un informe de la Contraloría.

La deuda del Valle supera a la de Cundinamarca, que asciende a los 1,2 billones según datos de la Gobernación. Hasta el 2018 —último censo del Dane—, contaba con 2,7 millones de habitantes. Pero es superada, por ejemplo, por Nariño. Hasta marzo del 2025, las deudas de las EPS con hospitales de ese departamento era de 1,81 billones. Así lo informó el Instituto Departamental de Salud de Nariño (Idsn) con base en datos del MinSalud.

Cali es la ciudad con más deuda del departamento. Tiene cerca de 2,5 millones de habitantes, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Hasta septiembre del 2025, acumuló una deuda de $888,687,378,570 millones de pesos. Incrementó un 32% frente a la deuda del 2024, que era de $672,889,657,355 millones de pesos. Le siguen Tuluá y Palmira, con 221 mil millones y 84 mil millones, respectivamente.

Ante este panorama y la renuncia masiva del personal de salud en Palmira, la secretaria de Salud, María Cristina Lesmes, declaró alerta amarilla en instituciones de salud del Valle el pasado agosto. “El caso es que las instituciones para poder sobrevivir, requieren un pago mensual para poder pagar el recurso humano, y cuando eso deja de existir no hay forma de hacerlo y el personal se cansa”, declaró.

Las EPS que más deben

En la cartera de los 1,34 billones de pesos, hay unas EPS que deben más que otras. Tanto EPS en operación —intervenidas o no—, como liquidadas y en liquidación, sostienen altas deudas. Según señaló la Secretaría de Salud del Valle a CW+ Noticias, estas argumentan que la Unidad de Pago por Capacitación (UPC) es insuficiente, que las auditorías a las facturas son muy largas y que hay problemas en la contratación de prestación de servicios.

La UPC es la plata que el gobierno gira a las EPS por cada afiliado. Según la Resolución 2717 de 2024 del MinSalud, el valor anual para el régimen contributivo es por $1.521.489,60 y subsidiado, por $1.317.600,00. Sin embargo, en julio de este año, MinSalud instaló una mesa para recalcular la UPC tras la orden de la Corte Constitucional. El Tribunal determinó que la UPC era insuficiente, a pesar de que el ministro Guillermo Jaramillo y el presidente han dicho lo contrario.

Por esto, hay choques entre el Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud. En cartas, ambos se han señalado mutuamente de las problemáticas del sistema. Recientemente, la Secretaría acusó al MinSalud de mala planeación financiera, ineficacia en las intervenciones estatales y de imponer un modelo de gasto que no resuelve la urgencia de la red hospitalaria.

Por su parte, el MinSalud se defiende y asegura haber aumentado en un 33,3% los giros de la UPC. Mientras la Secretaría señala que los incrementos de la UPC son insuficientes y han creado un déficit de 19,8 billones de pesos. Entre tanto, el Comité de Regla Fiscal —adscrito al Ministerio de Hacienda— advierte que la UPC es insuficiente, porque crece año un 5%, mientras que las fuentes de financiamiento solo crecen al 3,3%.

En medio de estas problemáticas, la EPS que más debe en el Valle es la Asociación Mutual Empresa Solidaria de Nariño ESS, conocida como “Emssanar ESS”. Esta EPS está intervenida forzosamente por la Superintendencia de Salud desde el 2 de febrero del 2022. Cuenta con 1.689.250 afiliados en todo el país, entre el régimen contributivo y subsidiado.

Según la Contraloría, la deuda de Emssanar es por más de 2 billones de pesos en todo el país. En el Valle, su deuda más alta es de 301 mil millones en Cali: le debe 211 mil millones al Hospital Universitario del Valle (HUV) Evaristo García —el público más grande e importante del departamento—; otros 30 mil millones al Hospital Psiquiátrico Universitario y 24 mil millones al Isaías Duarte Cancino.

En Tuluá, Emssanar debe 92,459,868,499 de pesos. La deuda más grande es por 5 mil 473 millones de pesos con el Hospital Departamental Tomás Uribe. En Palmira, la EPS adeuda 29 mil millones y en Zarzal, otros 6 mil millones. La Contraloría señala que Esta EPS estará intervenida hasta el 31 de mayo del próximo año, luego de que el gobierno de Gustavo Petro decidiera prorrogarla.

La segunda con más deuda en el Valle, es la Nueva EPS. Esta es la más grande del país y tiene más de 11 millones de afiliados en todo el país. Fue intervenida el 3 de abril de 2024 por la SuperSalud ante la insuficiencia de caja para su operación. Un informe de la Contraloría, revelado por la Revista Cambio, señala que hasta marzo, esa EPS tenía una deuda por $21,37 billones en el país. Según sus cálculos, este año podría cerrar en 26 billones.

En el Valle, su deuda más grande es por $188,183,436,541: le debe 166 mil millones al HUV y otros 8 mil al Hospital Psiquiátrico. En Tuluá y Roldanillo, es de 61 mil y 11 mil millones, respectivamente. La crisis de la Nueva EPS en el Valle además se refleja en las recientes protestas de madres en la sede Versalles, que exigen respuesta ante fallas en la prestación del servicio.

Además, la deuda de la Nueva EPS no es solo con la red pública. A mediados de noviembre, la Clínica Versalles y la Clínica de Occidente suspendieron la atención a pacientes de esta EPS por la falta de pago. En septiembre, cerraron cinco sedes de la IPS Angiografía de Occidente por deudas de la Nueva EPS. Sin embargo, un acuerdo entre ambas partes logró destrabar la situación. La deuda con esta última es por más de 68.000 millones de pesos.

Las otras EPS con más deudas con hospitales son Coosalud, Sanitas, Asmet Salud, Comfenalco Valle, Sanitas y Salud Total. En paralelo, la EPS liquidada con más deuda es Coomeva. La SuperSalud la liquidó en enero del 2022 tras cuatro meses en intervención. Tan solo en Cali, aún tiene una cuenta pendiente por pagar por 7 mil 799 millones de pesos. También está Cafesalud, liquidada en septiembre del 2024.

La EPS en liquidación con más deuda es Medimas. En todo el Valle, acumula una deuda de $39.280.218.078 pesos. En Cali, tiene un pasivo de 28 mil millones. Le debe cerca de 22 mil millones al HUV y otros 3 mil al Hospital Departamental ario Correa Rengifo. Esa EPS empezó su liquidación en marzo del 2022. La Contraloría señala una deuda de $1.8 billones de pesos a nivel nacional.

Por ejemplo, un informe reciente de la Contraloría de Cali señala que solo en la Red de Salud de Ladera, las deudas de EPS en liquidación representan el 14% de su cartera con antigüedad superior a 360 días, ascendiendo a la suma de $822.942.283 pesos. Esto demuestra que la liquidación de aseguradoras inmoviliza recursos importantes que ya fueron facturados por los hospitales.

Además de las liquidadas, Ladera menciona que el 33% de su cartera vencida ($1.889.971.767) corresponde a entidades intervenidas (como Emssanar, Nueva EPS y Asmet Salud), las cuales, a pesar de reconocer la deuda, manifiestan no tener autorización para realizar pagos retroactivos de vigencias anteriores.

El cierre de servicios y las tutelas

Sin contar a Cali y Buenaventura, en todo 2025 han cerrado 594 servicios hospitalarios en el departamento. De esos, 41 han sido servicios de medicina general; 32 de odontología y 27 de enfermería y de tomas de muestras de laboratorio clínico, de cuello uterino y ginecológicas. Le siguen medicina interna (24), nutrición y dietética (21), vacunación y psicología, con 18 servicios cerrados respectivamente.

Otros de los más afectados fueron terapia respiratoria, con 16 servicios cerrados, y ginecobstetricia y dermatología, con 13 cada uno. Los casos más conocidos fueron los servicios de pediatría y para embarazadas en las Clínicas Cali, Farallones y Colombia —de la red privada—, así como los centros médicos Palma Real y Palmira. Por esta situación, el Concejo de Cali ya había lanzado alertas.

Además del cierre de servicios, hay una sobreocupación en algunos de ellos. En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica, hay un 99,2% de ocupación y en urgencias pediátricas, un 89.8% de ocupación. Y la UCI para neonatales, supera el 70%. Por otro lado, las urgencias generales están en un 80,7% y la UCI, en un 65,7%.

La Secretaría de Salud ha documentado consecuencias directas sobre el estado físico y económico de los usuarios debido a las barreras administrativas y financieras de las EPS. Registra fallas en la prestación que generan un deterioro en el estado de salud de los pacientes y atrasos en la entrega de medicamentos. Este último punto hace que, por ejemplo, los usuarios tengan que gastar de su propio bolsillo para comprar los fármacos.

Ante esto, la tutela termina siendo el único recurso de supervivencia. Según datos obtenidos por CW+, el aumento de la demanda de tutelas en el Valle ha crecido exponencialmente desde 2020. Hasta el 23 de septiembre del 2025, 55.215 tutelas se habían interpuesto en el Valle, siendo el 2024 el año con más recursos presentados: 12.809. En ese periodo del 2025, unas 10.581 tutelas se habían radicado.

Hasta 2024, Emssanar fue la EPS con mayor número de tutelas radicadas. Tal solo ese año, acumuló más de 3 mil. Le siguen Servicio Occidental de Salud (SOS), Nueva EPS y Coosalud. La mayoría de tutelas se radican por atrasos, demoras o problemas en los procedimientos médicos. Le siguen problemas con los medicamentos, con citas médicas y con especialistas y exámenes.

En 2025, con corte al 23 de septiembre de 2025, la tendencia se mantenía. Emssanar, Nueva EPS, SOS, Coosalud EPS y Sanitas se mantiene en el top cinco de EPS con más tutelas con 2.692, 2.570, 1.056, 1.024 y 580, respectivamente. De esas, 6.702 fallaron a favor del paciente; 1.595 fueron negadas y otras 2.284 estaban pendientes por resolver y notificar. Esto refleja que, en su mayoría, la justicia encontró que a los pacientes se les estaban vulnerando sus derechos fundamentales de acceso a una salud digna.

Así, entre desacuerdos con el gobierno nacional y departamental, discrepancias en las cifras y reclamos de pacientes, quienes pagan con sus vidas, lo único cierto es la deuda que EPS deben a la red pública y privada del Valle. Una deuda que, con el paso de los años, aumenta y agita el debate público frente ala reforma del sistema, que cada vez es más inminente. La red seguirá en alerta amarilla y los usuarios a la expectativa.

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