Juan Pablo Leal Vásquez, criminal conocido como alias ‘Pablito’ o ‘Rey del Tusi’, fue asesinado el 11 de marzo en el municipio de Calima Darién, Valle del Cauca. Lo señalaron como uno de los principales distribuidores de tusi en Medellín, y sicarios lo abatieron a tiros mientras estaba en un restaurante de la zona.
De acuerdo con las primeras versiones, alias Pablito recibió 15 impactos de bala en diferentes partes del cuerpo. Los sicarios atacaron a su víctima a bordo de una motocicleta mientras este se encontraba en un restaurante de la zona. La balacera también hirió a una mujer, quien nada tenía que ver con el criminal y la alcanzó una bala en la pierna. Los asesinos escaparon rápidamente en un vehículo blanco, dirigiéndose hacia el sector conocido como El Muro.
El ataque se produjo frente a un condominio en Calima Darién, una zona urbana del Valle del Cauca, generando gran alarma entre los residentes. Testigos del hecho detallaron que los agresores dispararon sin piedad, y que Pablito sufrió múltiples heridas, entre ellas tres disparos en el torso y otros más en la pierna, brazo y cuello.
Su vinculación con el crimen organizado
Las autoridades identificaron a alias Pablito como uno de los principales distribuidores de tusi en Medellín y lo relacionaron con la fabricación de la droga conocida como ‘bailarina’. Este estupefaciente, una variación del tusi, se había vuelto popular en discotecas de varias ciudades colombianas, e incluso en el extranjero, incluyendo Venezuela, Ecuador, Chile y Europa.
Según los informes de las autoridades, Pablito tenía conexiones con redes criminales de gran poder, dedicadas al narcotráfico y la venta de sustancias sintéticas. Su muerte, según la investigación, estaría relacionada con un ajuste de cuentas entre bandas criminales, especialmente por su incursión en el mercado del Valle del Cauca.
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Además, las autoridades sostienen que el ‘Rey del Tusi’ había expandido sus operaciones hasta el Valle del Cauca, lo que habría enfurecido a los grupos criminales locales. Esto habría desencadenado el ataque mortal en su contra. Este crimen refleja no solo el nivel de violencia que caracteriza a las organizaciones criminales en Colombia, sino también el peligroso auge del narcotráfico de drogas sintéticas en el país.