El corazón rumbero de Cali se prepara para latir con más fuerza. La Alcaldía de Cali, en alianza con la comunidad del barrio Obrero y con el respaldo del modelo de transformación de Getsemaní en Cartagena, ha puesto en marcha un ambicioso plan de renovación urbana y patrimonial que busca consolidar a este tradicional sector como epicentro cultural y turístico del país.
Este proyecto, impulsado por el alcalde Alejandro Eder y liderado por la Secretaría de Cultura y la Empresa de Renovación Urbana –EDRU–, contempla una intervención integral del barrio, no solo en términos de infraestructura sino también en la salvaguardia de su riqueza simbólica, especialmente la salsa caleña, declarada patrimonio cultural inmaterial de la ciudad.
“Queremos que el barrio Obrero sea un símbolo de orgullo, un sitio de encuentro y memoria viva para todos los caleños y visitantes. Así como Getsemaní lo logró en Cartagena, aquí también haremos historia”, afirmó el mandatario local, destacando el inicio de las obras para este mes de mayo.
El hermanamiento entre Cali y Cartagena permitirá el intercambio de experiencias, estrategias y saberes entre las dos ciudades. Este lazo cultural busca aprender del exitoso proceso cartagenero, que convirtió a Getsemaní en una joya patrimonial del Caribe, y aplicar sus lecciones en la revitalización del Obrero.
Infraestructura y cultura son los pilares fundamentales para transformar el corazón de Cali
El proyecto incluirá mejoras urbanísticas como la adecuación de vías, renovación de adoquines, diseño paisajístico y la instalación de murales y esculturas que narren la historia viva del barrio. A la par, se desarrollarán actividades artísticas, pedagógicas y comunitarias para fortalecer el sentido de pertenencia, la memoria y los procesos culturales del sector.
La secretaria de Cultura de Cali, Leydi Higidio, explicó que esta alianza trasciende lo técnico y se convierte en un verdadero diálogo cultural entre territorios. “Estamos construyendo juntos un modelo de ciudad que reconoce el poder transformador del arte y la cultura. Lo que se ha logrado en Getsemaní será inspiración, pero también desde Cali aportaremos nuestra esencia artística para nutrir este intercambio”.
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La comunidad del barrio Obrero participará activamente en el proceso a través de mesas de trabajo, encuentros culturales y espacios de formación. Así, el proyecto no solo se construye para el barrio, sino con el barrio.
Además, este esfuerzo se suma a una estrategia más amplia de proyección internacional que lidera la ciudad, con hermanamientos y alianzas culturales con Bogotá, Medellín, Manizales y países como Brasil, Francia y Sudáfrica, permitiendo que el talento caleño trascienda fronteras.
El barrio Obrero, cuna de la salsa caleña, no solo revive su pasado glorioso, sino que se proyecta como un nodo vital de la identidad cultural colombiana. Un lugar donde la música, la historia y la comunidad danzan juntas hacia el futuro.
