El río Meléndez, uno de los siete afluentes que rodean a Cali, abastece de agua a la Ladera de Cali, pero también al Club Campestre, la organización social y deportiva reconocida por su campo de golf. Según registros de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), que datan del 2019, por lo menos 6.400 personas que visitan al Club se estarían abasteciendo de manera itinerante.
El hecho sucede mientras las comunas 18 y 20, de la Ladera de Cali, están en un esquema de racionamiento de agua ante la sequía del río Meléndez. Su caudal apenas llega a los 10 centímetros, cuando su altura normal es de 1.20 metros. “Tiene más derecho al agua el Club Campestre que 150 mil habitantes”, denunció el representante a la Cámara Duvalier Sánchez.
El tema generó polémica en el debate público, pero también en las comunidades luego de protestas por falta del servicio de agua y de los acuerdos logrados con Emcali. Hasta ahora, no hay pronunciamiento oficial del Club ni de las autoridades competentes.
Contexto: Caudal del Río Meléndez cae a 10 centímetros por la sequía: Emcali activa racionamiento.
Así abastece el Río Meléndez a la ciudad y al Club Campestre
La CVC le dio una concesión al Club Campestre de Cali para extraer un caudal de 60.00 L/s, aunque el caudal aforado (medido) es de 30.00 L/s. En pocas palabras, tiene el permiso de sacar 60 litros por segundo, o sea, casi 5 millones de litros diarios. Sin embargo, los técnicos de la CVC midieron que el Club solo estaba sacando la mitad: 30 litros por segundo.
El agua captada atienda una población de 6.400 personas, aproximadamente, y tiene múltiples usos: consumo humano, agrícola, estético y recreo-deportivo. Además, cuenta con su propia Planta de Tratamiento de Agua Potable (Ptap), administrada por el club. Esta Ptap incluye sedimentador, floculador hidráulico, filtro rápido a presión de flujo, filtro de carbón activado y cloración. Además, según la revista oficial del Club, parte del agua también se va para suplir a los 18 lagos que rodean al Club.
Por su parte, el río Meléndez cuenta con una longitud de 26,5 kilómetros y nace en la vereda La Candelaria, del corregimiento de Villacarmelo, a una altitud de 3018,9 metros sobre el nivel del mar. Su recorrido atraviesa la zona sur de Cali hasta desembocar en el canal Interceptor Sur. Es un afluente clave que atrae variedad de flora y fauna, pero que también abastece a habitantes de la Ladera de Cali.
Este afluente atiende a más de 155 mil habitantes de la ciudad y Emcali tiene una concesión sobre este río para extraer 300 litros por segundo para consumo humano. Es tratado por la Ptap La Reforma. También abastece a la Acuabuitrera, a la Asociación de Suscriptores del Acueducto del Barrio La Sirena y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado ESP del Paraje La Luisa (EMAA ESP).
A su vez, la Asociación Administradora del Acueducto Altos Los Mangos se abastece de la Quebrada Cascarillal para atender a 2,550 personas y la Parcelación Cantaclaro posee una concesión de 6.60 litros por segundo de la Quebrada El Carmen para consumo humano.
Además, según explicó Roger Mina, gerente de Emcali, la captación está abajo de La Reforma y no interfiere con el caudal que esta empresa tiene para su operación. Tal como afirmó, “Emcali sdolo logra captar 180 l/s frente a una demanda estimada de 500 l/s. Parte de esa demanda proviene de asentamientos no legalizados, a los cuales el marco regulatorio vigente nos impide atender con servicios formales”.
El otro lado de la moneda: la ladera sin agua
El pasado jueves 25 de septiembre, la comunidad de Siloé protestó sobre la carrera 5, en inmediaciones de la Estación de MIO Unidad Deportiva y los Centros Comerciales Cosmocentro y Mall Plaza. Aseguraron que completan más de dos meses sin el servicio de agua potable y otros, hasta cinco días seguidos. La realidad, es que el río cuenta con apenas 10 centímetros de caudal, cuando alcanza los 1.20 metros.
“Somos alrededor de 300 personas y esta protesta es porque ya estamos cansados de esta situación”, dijo Andrés López, presidente de la JAC de Belén. La manifestación duró cerca de 10 horas. En la noche, hubo intermediación con Juanita Cataño, asesora de despacho del alcalde Alejandro Eder. Al día siguiente, Emcali y líderes de la comunidad visitaron al Río Meléndez e implementaron un esquema de racionamiento rotativo entre las comunas 18 y 20.
Estas comunas particularmente son caracterizadas por la situación de vulnerabilidad que atraviesan por su falta de acceso a servicios básicos, a la educación y el empleo. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), hasta el 2021, la comuna 20 tenía una de las mayores tasas de desempleo, junto a las comunas 1, 14, 15, 16 y 21. También la pobreza se concentró en las comunas 20 y 18, junto a la 1, 13, 14, 15 y 21.
Club Campestre, una organización que ha estado en el ojo público
El Club Campestre está ubicado al sur de Cali y cuenta con un campo de golf de 18 hoyos. También tiene gimnasio, piscinas y otros deportes como equitación, polo, tenis y bridge. Según Bloomberg, en 2024 la vinculación al Club Campestre costaba 300 millones de pesos: 250 millones más otros 50 millones de la acción. La mensualidad es de 2.400.000 de pesos. Además, el aspirante debe ser recomendado por cinco socios, entrevistarse con la junta directiva del Club y atender una visita domiciliaria.
El presidente de la Junta Directiva del Club Campestre es Alberto Hadad, el exsecretario de Movilidad de Rodrigo Guerrero y exasesor de la Alcaldía de Alejandro Eder suspendido por la Contraloría. El vicepresidente es Federico Wartenberg Correa, dueño de la Asociación Cali Siglo XXI y quien gerenció la campaña de Eder a la Alcaldía en 2019.
Este Club ya fue centro de polémica luego de que la Contraloría de Cali ratificara que hubo una devolución irregular de $2.242 millones al Club Campestre, tras identificar fallas sustanciales en el proceso de declaratoria como Bien de Interés Cultural (BIC) y en la aplicación de incentivos tributarios durante los últimos años. El informe presenta dos hallazgos con observaciones administrativas: el primero, por inconsistencias en la forma en que el Club fue clasificado como BIC; y el segundo, por debilidades en la emisión de conceptos técnicos que justificaron las exenciones tributarias.
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