Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las Regiones, se declaró inocente de los cargos de lavado de activos y tráfico de influencias durante su audiencia ante la justicia, luego de ser imputada por la Fiscalía General de la Nación. La exfuncionaria habría sido clave en el desfalco a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD), presuntamente actuando como “mensajera” de los sobornos destinados al exsenador Iván Name.
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Según la investigación de la Fiscalía, Ortiz habría transportado y entregado 3.000 millones de pesos en efectivo, dinero que fue recolectado en maletines negros y que finalmente fue entregado a Name. Los testimonios de Sneyder Pinilla y Olmedo López, quienes han colaborado con la investigación. Por lo que la ubican como una pieza fundamental en el entramado de corrupción que involucró a la UNGRD, bajo las órdenes del exdirector del DAPRE, Carlos Ramón González.
Durante la diligencia, la fiscalía detalló cómo Ortiz utilizó su posición como consejera presidencial para influir indebidamente en la asignación de contratos y recursos de la UNGRD. A pesar de las evidencias, Ortiz rechazó los cargos y reafirmó su inocencia. La delegada de la Fiscalía explicó que Ortiz había incumplido los principios de la función pública, al anteponer intereses personales por encima del interés general. Lo que habría permitido el desvío de recursos públicos.
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Como resultado de esta imputación, la Fiscalía solicitará que Ortiz sea enviada a prisión. Mientras continúan las investigaciones sobre el papel de otros involucrados en el desfalco. La audiencia ha generado gran expectación, dada la gravedad de los cargos y la relevancia del caso en la lucha contra la corrupción en Colombia.