En una intervención previa a su visita oficial a Montevideo, Uruguay, el presidente Gustavo Petro hizo una declaración que despertó gran interés. Afirmó que el expresidente uruguayo Pepe Mujica fue uno de los fundadores del grupo insurgente M-19. Esta organización, conocida por su papel en la historia política colombiana, alcanzó notoriedad durante las décadas de 1970 y 1980 antes de desmovilizarse y convertirse en un movimiento político legal.
Sin aportar pruebas o detalles, Petro señaló la conexión entre Mujica y el M-19, destacando que este movimiento insurgente firmó la paz y marcó su historia política. Durante su intervención, el mandatario reflexionó sobre el concepto de emancipación y expresó su admiración por Mujica, a quien condecorará con la Orden de Bolívar durante su visita.
Petro manifestó su deseo de ser recordado como un “emancipador”, al igual que Bolívar y Mujica. “Quiero ser un presidente caminante, que recorra la naturaleza, la diversidad humana, y entienda que la diversidad no se mata ni se oculta. Se hace visible, porque es nuestra mayor fortaleza”, afirmó con énfasis.
Además, en una reflexión cargada de simbolismo, describió la Orden de Bolívar como un símbolo manchado por la politiquería, pero representativo de la lucha por la libertad de los pueblos. En este contexto, subrayó que su legado busca seguir el ejemplo de figuras históricas que promovieron la emancipación.
Una polémica que cruza fronteras
No es la primera vez que Petro genera revuelo al referirse a su pasado en el M-19. Durante un evento en México, el presidente colombiano vinculó a Claudia Sheinbaum, presidenta electa de ese país, con el movimiento guerrillero, señalando que ella apoyó al M-19 en sus años de clandestinidad. Estas declaraciones generaron eco en medios mexicanos, que recordaron las acciones violentas de dicho grupo en Colombia.
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La afirmación sobre Mujica también promete ser tema de debate, especialmente por las implicaciones históricas y políticas de asociar al expresidente uruguayo con el M-19. Por ahora, Petro continúa su agenda en Montevideo, buscando reforzar lazos con uno de los líderes más emblemáticos de la izquierda latinoamericana
