Una jornada laboral rutinaria terminó en tragedia para Flor María Mosquera Gamboa, una operaria de barrido conocida cariñosamente como “escobita”, quien fue alcanzada por una bala perdida durante un ataque sicarial en Medellín. El hecho ocurrió hacia el mediodía del martes 6 de mayo, en el sector de El Chagualo, cerca de la Universidad de Antioquia, cuando sicarios abrieron fuego contra un hombre en un semáforo.
Flor María, quien realizaba labores de limpieza en el espacio público, resultó gravemente herida durante el tiroteo. Aunque fue trasladada con urgencia a un centro asistencial, falleció poco después debido a la gravedad de las heridas. El atentado estaba dirigido contra John Jairo Mazo Paniagua, quien murió en el lugar, dentro de su vehículo. Con él viajaba una mujer que salió ilesa y un hombre que resultó herido en una pierna, pero se encuentra fuera de peligro.
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El crimen ha generado una ola de indignación. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, expresó su repudio calificando el hecho como “una situación dolorosa y atroz”, y aseguró que la Policía está tras la pista de los responsables. “Desgraciados. Van a caer”, escribió en sus redes sociales.
Flor María reconocida por su compromiso y dedicación
Flor María hacía parte del equipo de Emvarias, del Grupo EPM, y era reconocida por su compromiso, incluso en medio de las recientes emergencias causadas por las lluvias en la ciudad. Desde la empresa lamentaron profundamente su fallecimiento y extendieron sus condolencias a la familia.
La comunidad y autoridades claman justicia, mientras se intensifican las investigaciones para dar con los autores del hecho. La vida de una mujer trabajadora, madre y pilar de hogar, fue segada sin ser el blanco de la violencia que sigue golpeando las calles de Medellín.