La historia de Cristóbal ha conmovido a miles de personas en redes sociales. El pasado diciembre, el can fue encontrado en una situación desesperada: atado en la orilla del mar, en el municipio de Tasajera, Magdalena, aparentemente con la intención de que muriera ahogado con la subida de la marea. La fundación Protección Animal Mi Mejor Amigo, dirigida por Vivian Nieto, intervino para salvarlo, teniendo incluso que negociar y pagar a los agresores para poder liberarlo.
Su rescate fue solo el comienzo de un largo camino. Poco después, los veterinarios detectaron que Cristóbal padecía un tumor maligno en una de sus patas, lo que obligó a iniciar un exigente tratamiento de quimioterapia. La recuperación fue posible gracias al apoyo solidario de personas que donaron dinero o colaboraron en la compra de productos vendidos por la fundación para cubrir los gastos médicos.
Hoy, Cristóbal ha dejado atrás tanto el maltrato como la enfermedad. Las imágenes recientes publicadas en las redes de la fundación muestran a un perro alegre, moviendo la cola y lleno de energía. Ahora, este sobreviviente busca una segunda oportunidad en forma de un hogar responsable y afectuoso.
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“Han sido meses de lucha, pero Cristóbal nos enseñó lo que significa la fortaleza. Superó el cáncer y está listo para recibir el amor que siempre mereció”, expresó Nieto en un emotivo mensaje. La fundación hace un llamado a quienes deseen adoptarlo para que se comuniquen y puedan brindarle el final feliz que su historia merece.
La Ley Ángel: un nuevo marco para castigar el maltrato animal
Aunque el hombre fue dejado en libertad, esto no significa impunidad. El caso quedó vinculado a una investigación formal bajo los parámetros de la Ley 2357 de 2024, conocida como Ley Ángel. Esta legislación fue creada tras el conmovedor caso de un perro en Boyacá, llamado Ángel, quien fue hallado con el 80% de su cuerpo despellejado y falleció en febrero de 2025. Esta ley contempla fuertes sanciones para quienes maltraten animales. Las multas oscilan entre 15 y 30 salarios mínimos si hay lesiones graves, y de 30 a 60 si el animal muere. Además, se contempla prisión de hasta 4 años en los casos más severos.
La Ley Ángel también establece la creación de un registro nacional de personas condenadas por maltrato animal, administrado por la Fiscalía y la Policía. Las personas condenadas también quedarán inhabilitadas para ejercer profesiones u oficios que involucren animales, como veterinaria, zootecnia o actividades en refugios y criaderos.
Este caso en Cali revive la urgencia de fortalecer la cultura de respeto hacia los animales. Aunque el presunto agresor recobró su libertad de forma provisional, la ley ya no es blanda. Y la ciudadanía, como en este caso, juega un papel esencial en la defensa de quienes no tienen voz.