Ómar Ambuila, un exfuncionario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) de Colombia, aceptó ser culpable de los cargos de lavado de dinero y sobornos en Estados Unidos. En un juicio en Tampa, Florida, Ambuila aceptó su participación en un esquema de corrupción que permitía el ingreso de mercancías ilegales a cambio de sobornos. Las autoridades aseguran que desvió más de un millón de dólares relacionados con actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico.
Como jefe del Grupo de Control de Carga en Buenaventura, Ambuila permitió el contrabando a cambio de sobornos. La investigación revela que utilizó intermediarios para esconder el origen de los fondos ilícitos. El dinero ilícito financió un estilo de vida lujoso, especialmente el de su hija, Jenny Ambuila, quien mostraba sus lujos en redes sociales.
La Implicación de Jenny en el Caso de Omar
Jenny Ambuila, hija de Ómar Ambuila, se hizo conocida por su ostentoso estilo de vida. En sus redes sociales, compartía imágenes de autos deportivos, accesorios de diseñador y un estilo de vida de alto nivel, todo financiado con dinero ilícito. Un Lamborghini Huracán EVO, adquirido por 72.000 dólares y exhibido por la joven, fue uno de los elementos que llamó la atención de las autoridades.
Entre 2013 y 2016, Ambuila transfirió cerca de un millón de dólares a cuentas de su hija en Estados Unidos, donde ella estudiaba en la Universidad de Miami. La compra de lujos y la vida de exceso de Jenny Ambuila formaron parte de las transacciones descubiertas durante la investigación.
Las autoridades estadounidenses lograron vincular las transacciones de Ambuila con el narcotráfico. Se destacó una transferencia de 1.000 millones de pesos colombianos (250.000 dólares) al concesionario Lamborghini, además de un pago de 20.000 dólares realizado por su esposa, Elba Chará. Estos fondos se utilizaron para financiar los lujos de la familia, incluida la adquisición de un Lamborghini y otros bienes de lujo.
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Las Consecuencias Legales y Económicas para la Familia Ambuila
Tras el escándalo de corrupción, la familia Ambuila sufrió un cambio drástico. Jenny y su madre, Elba Chará, recuperaron su libertad en 2023 por vencimiento de términos, pero la situación financiera de la familia cambió radicalmente. Ya no viven en el lujoso apartamento de Miami, cuya renta mensual ascendía a 5.000 dólares, y ahora dependen de los ingresos de dos heladerías familiares en Cali.
Néstor Pineda, abogado de la familia, confirmó que las heladerías se han convertido en su principal fuente de ingresos en los últimos tiempos. El caso de Ambuila reveló una red de corrupción en el puerto de Buenaventura, donde los sobornos facilitaban el paso del contrabando sin inspección.