Un total de 3 millones de raciones alimentarias han sido entregadas en lo que va del año a través del programa de Comedores Comunitarios, una estrategia liderada por la Alcaldía de Cali que busca garantizar la alimentación de las poblaciones más vulnerables de la ciudad. El balance no solo da cuenta del volumen de atención, sino del compromiso de la administración actual por combatir la inseguridad alimentaria desde una visión integral y sostenida.
El proyecto, operado por la Secretaría de Bienestar Social, ha desplegado más de 677 puntos activos de atención, con una capacidad diaria que supera las 80 mil raciones. Para 2025, el plan es aún más ambicioso: alcanzar los 810 comedores activos. Todo esto con una inversión que sobrepasa los $42 mil millones, de los cuales ya se ha ejecutado el 84%, según reportes oficiales.
Apoyo psicosocial, procesos formativos y seguimiento del programa
Pero los comedores comunitarios no solo ofrecen alimento. Este programa contempla componentes adicionales como apoyo psicosocial a beneficiarios, procesos formativos para las gestoras y gestores comunitarios, así como seguimiento permanente a la implementación del proyecto. El objetivo no es solo llenar estómagos, sino también construir entornos más humanos y cohesionados.
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El seguimiento y la transparencia del programa también han sido prioridades. A través de la plataforma ¡Pa’ que Veás!, desarrollada con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo, cualquier ciudadano puede consultar en tiempo real la ejecución presupuestal y los contratos firmados para la operación de este proyecto, bajo el nombre “Fortalecimiento del programa de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Santiago de Cali”.
Desde el almacenamiento y distribución de alimentos, hasta los procesos de caracterización de la población beneficiaria, cada componente del programa está siendo monitoreado y ajustado para mejorar su impacto.
Con esta iniciativa, la Administración de Alejandro Eder avanza en su objetivo de “recuperar a Cali”, demostrando que luchar contra el hambre también es una forma de construir paz y dignidad social en los territorios.
