Desde Santander de Quilichao, la vicepresidenta Francia Márquez envió un contundente mensaje al país en medio de la tormenta política que enfrenta el gobierno de Gustavo Petro, mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) adelanta una investigación sobre su campaña presidencial.
Márquez, visiblemente firme, recalcó que la voluntad popular no se puede desmoronar por intereses particulares: “Hay quienes creen que el mandato popular del pueblo se puede tumbar. Gustavo Petro y Francia Márquez están aquí porque más de 11 millones de colombianos y colombianas tomaron la decisión de apostarle al cambio.”
Esto se da en medio de un contexto donde algunos sectores cuestionan la legitimidad del mandato de Petro, y por eso, Márquez aprovechó para reafirmar que el gobierno no se desviará de su agenda, dirigida a transformar las condiciones de las comunidades más vulnerables.
En medio de la tensión política, la vicepresidenta destacó que su administración seguirá adelante, sin ceder ante quienes intentan frenar el proceso de cambio iniciado por el actual gobierno. “No nos van a detener para concretar el cambio para los nadies y las nadies de este país. ¡Seguimos firmes hacia delante, hasta que la dignidad se haga costumbre!”.
Este pronunciamiento de Márquez llega en un momento clave, donde tanto ella como Petro enfrentan presiones, pero su mensaje es claro: no se darán por vencidos en su misión de liderar una transformación profunda en Colombia, a pesar de los obstáculos legales o políticos que se presenten.
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Asimismo, envió un mensaje de unidad a sus seguidores, enfatizando la importancia de mantenerse firmes en la lucha por la justicia social y los derechos de las comunidades históricamente marginadas. “Este es un momento crucial para que el pueblo siga apoyando el cambio”.