La Cámara de Representantes de Colombia aprobó el pasado lunes 9 de diciembre una proposición instando al presidente Gustavo Petro a no asistir a la toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela, prevista para el 10 de enero de 2025. La moción, que recibió 75 votos a favor y 27 en contra, fue promovida por Jorge Tovar, vicepresidente de la Cámara y representante por las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (Citrep).
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En el documento dirigido a Petro, los congresistas argumentaron que la ausencia de transparencia en las recientes elecciones presidenciales de Venezuela, realizadas el 28 de julio de 2024, hace ilegítimo al gobierno de Maduro. Según Tovar, “el robo de las elecciones” y la falta de publicación de las actas de votación constituyen una grave violación a la transparencia electoral, lo que pondría en duda la legitimidad del nuevo mandato de Maduro.
Los legisladores enfatizaron que asistir a la ceremonia de posesión podría interpretarse como un reconocimiento tácito al gobierno de Maduro, algo que contravendría la postura de Colombia en defensa de la democracia y los derechos humanos. En el mismo sentido, el documento recalca que, sin la publicación de las actas, no se puede considerar legítimo el resultado electoral, y que la abstención de Petro sería una forma de exigir claridad y garantías sobre la voluntad popular en Venezuela.
Presidente Petro respondió en redes sociales, rechazando la solicitud de la Cámara
Por su parte, el presidente Petro respondió a la solicitud en redes sociales, rechazando la intervención de la Cámara en asuntos de política exterior. Afirmó que, como jefe de Estado, es su responsabilidad constitucional decidir sobre las relaciones exteriores de Colombia, y pidió al Congreso no invadir sus competencias. “En su debido momento decidiré si asisto o no a la posesión del actual presidente de Venezuela”, concluyó Petro, dejando abierta la posibilidad de una futura decisión sobre su asistencia al evento.
Este intercambio refleja las tensiones entre el Congreso colombiano y el Ejecutivo en relación con la postura del país frente a la situación política en Venezuela. La comunidad internacional sigue de cerca las decisiones de Colombia sobre este asunto, dado el impacto que puedan tener en las relaciones bilaterales entre ambos países.
