El conflicto en El Plateado, corregimiento de Argelia, Cauca, sigue escalando a medida que las disidencias de las Farc intensifican su control sobre la población. Mientras el Ejército mantiene su presencia en la zona, los grupos armados han recurrido a estrategias de presión que afectan directamente a los habitantes, obligándolos a tomar partido en medio del fuego cruzado.
Fuentes de inteligencia militar han revelado a SEMANA audios que evidencian cómo los cabecillas de la estructura Carlos Patiño han impuesto medidas extremas para forzar la retirada de las Fuerzas Militares. Desde la paralización del comercio de hoja de coca hasta restricciones de movilidad, las órdenes buscan generar caos y descontento entre la población.
El control económico como arma de guerra
La economía de El Plateado, como la de muchas zonas del Cauca, depende en gran medida de la producción y venta de hoja de coca. Aprovechando esta vulnerabilidad, las disidencias han decidido bloquear por completo la comercialización de este producto, dejando a cientos de familias sin su principal fuente de ingresos.
En un audio filtrado, uno de los cabecillas, identificado como alias Giovanny, ordena cortar cualquier transacción relacionada con la hoja de coca hasta que el Ejército abandone la zona. “Nadie me compra una arroba de hoja hasta nueva orden. Hasta que no salga el último militar”, se escucha decir en la grabación.
Este tipo de medidas no solo impactan la economía local, sino que buscan manipular a la población para que presione a la Fuerza Pública a retirarse. Para las disidencias, el descontento social es una herramienta de lucha tan efectiva como las armas.
Movilidad restringida: el cerco sobre la comunidad
Además de afectar su economía, los habitantes de El Plateado han visto limitada su libertad de movimiento. En otra grabación, alias Edwar Ramírez da instrucciones para restringir el tránsito en la zona, permitiendo únicamente la salida de ambulancias con pacientes en estado crítico.
“Si nos toca apoyar al pueblo y requisar casa por casa, se hace”, señala en el audio, dejando claro que la intención es mantener el control total sobre quién entra y quién sale.
Este cerco impuesto por los grupos armados ha convertido al corregimiento en una prisión al aire libre. Quienes intentan desafiar las órdenes se exponen a represalias, mientras el resto de la comunidad vive en constante temor.
El Ejército no cede ante las amenazas
Frente a esta situación, el Ejército ha dejado claro que no se retirará de la zona. A pesar de los ataques en su contra, incluyendo la reciente destrucción de un vehículo blindado, las operaciones continúan con el objetivo de recuperar el control y garantizar la seguridad de la población.
Lea también: Secuestran a 29 policías y un coronel en El Plateado, Cauca
Sin embargo, la comunidad sigue en medio de un conflicto donde no hay opciones fáciles. Mientras las disidencias presionan con restricciones y amenazas, la presencia del Ejército también representa un riesgo ante la posibilidad de enfrentamientos armados. En El Plateado, la paz parece cada vez más lejana, y la gente, atrapada entre dos fuerzas que los ven más como un recurso estratégico que como ciudadanos.
