Daneidy Barrera Rojas, más conocida como Epa Colombia, continúa dando de qué hablar tras ser condenada a cinco años y cuatro meses de prisión por los actos vandálicos que protagonizó en 2019 contra una estación de TransMilenio. La empresaria de productos capilares fue trasladada el pasado 30 de enero a la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, donde, según su propio testimonio, las condiciones de vida le han resultado extremadamente difíciles.
En conversación con la revista Semana, la influenciadora confesó que ha perdido alrededor de siete kilos desde su ingreso al centro penitenciario. La principal razón, asegura, es la deficiente calidad de los alimentos que se les suministran a las internas. “Estoy aguantando hambre”, expresó Barrera, quien describió la comida como “arroz mazacotudo” y carne “dañada”. Según ella, la ensalada “sabe a puro vinagre”, lo que la ha llevado a restringir aún más su alimentación.
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Además, Epa Colombia manifestó que, pese a que extraña profundamente a su hija, no contempla la posibilidad de que la pequeña Daphne Samara la acompañe en el penal debido a las precarias condiciones de salubridad y bienestar. “No puedo permitir que mi hija esté en este ambiente”, afirmó.
Epa Colombia hace llamado al presidente Petro
La creadora de contenido aprovechó el espacio para hacer un llamado directo al presidente Gustavo Petro. Agradeció el respaldo que dice haber recibido de su parte, pero le solicitó que visite la cárcel para que sea testigo de la situación que atraviesa. “Presidente, usted me ha apoyado demasiado, pero necesito que venga y vea cómo estoy. Aquí estoy aguantando hambre”, insistió.
Por otra parte, Barrera expuso sus argumentos para solicitar prisión domiciliaria. Alegó que es madre cabeza de hogar y recordó que los delitos por los que fue condenada ocurrieron en un contexto de “desconocimiento” y carencia económica, lo que, según ella, la hace beneficiaria de la ley de utilidad pública.
En medio de su relato, también mencionó los conflictos que ha tenido con otras internas, particularmente con una mujer que ocupa un cargo de liderazgo dentro del penal. De acuerdo con lo que contó, ha debido “pararse firme” para hacerse respetar.
Epa Colombia enfrenta actualmente su segundo mes privada de la libertad. Mientras tanto, el debate sobre su petición de prisión domiciliaria sigue abierto, en medio de sus denuncias sobre las difíciles condiciones de reclusión que, asegura, ponen en riesgo su bienestar físico y emocional.
