Alias “Camilo”, uno de los reclutadores de menores más buscados de las disidencias de las Farc, fue capturado gracias a un operativo de inteligencia liderado por la Policía Nacional. Su captura representa un golpe significativo contra las estructuras criminales que operan en el suroccidente de Colombia, especialmente en el departamento del Cauca.
El sujeto, identificado como Edwar Fabián Piilimué, utilizaba las redes sociales para atraer a adolescentes en situación de vulnerabilidad. A través de engaños, ofrecía dinero, vehículos y armas a cambio de sumarse a las filas de la guerrilla. El impacto de sus acciones dejó numerosas familias destruidas, al ver a sus hijos atrapados en el conflicto armado.
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Modus operandi: Redes sociales como herramienta de reclutamiento
Las investigaciones revelaron que alias “Camilo” utilizaba perfiles falsos en redes sociales para contactar a los menores. El delincuente prometía recompensas económicas, motocicletas de alta gama y acceso a armas, aprovechándose de la difícil situación económica de sus víctimas. Los adolescentes, en su mayoría de 13 y 14 años, caían fácilmente en el engaño ante la aparente oportunidad de mejorar su calidad de vida.
El reclutador ofrecía pagos mensuales como garantía de un futuro estable, lo que provocaba que muchos jóvenes aceptaran la propuesta sin medir las consecuencias. Además, les prometía poder y respeto al portar armamento, lo cual resultaba atractivo para los menores en situación de vulnerabilidad.
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Entrega de menores a estructuras criminales
Tras lograr la captación de los menores, alias “Camilo” negociaba su entrega con otros miembros de las disidencias de las Farc. Por cada joven reclutado, recibía una suma cercana a los cinco millones de pesos, dinero que usaba para financiar sus actividades delictivas y continuar con el reclutamiento de nuevos integrantes.
Los menores eran trasladados desde el norte del Cauca hacia departamentos como Nariño, Meta y Guaviare, donde quedaban bajo el control de estructuras armadas. El objetivo principal era fortalecer los grupos criminales en estas regiones, incrementando su poder territorial y operativo.
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Impacto social y psicológico en las víctimas
El proceso de reclutamiento no solo quebrantaba el futuro de los menores, sino que también devastaba a las familias que, impotentes, veían cómo sus hijos desaparecían sin dejar rastro. Los adolescentes, deslumbrados por las falsas promesas de alias “Camilo”, terminaban envueltos en un círculo de violencia del que difícilmente podían escapar.
El impacto psicológico de esta situación es devastador, ya que muchos jóvenes eran sometidos a entrenamientos militares y obligados a participar en enfrentamientos armados. Además, sufrían abusos y constantes amenazas que los mantenían bajo el control de sus reclutadores.
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La captura: Un paso hacia la justicia
El operativo que permitió la captura de alias “Camilo” fue resultado de un trabajo coordinado entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. Las autoridades lograron identificar su ubicación tras meses de labores de inteligencia y monitoreo de redes sociales. Con su arresto, se espera disminuir los casos de reclutamiento forzado en el Cauca y regiones aledañas. Además, se adelantan investigaciones para identificar a otros miembros de la estructura criminal y evitar que nuevos menores caigan en sus manos.
La captura de alias “Camilo” representa un avance significativo en la lucha contra el reclutamiento forzado, pero también refleja la necesidad de implementar políticas efectivas de protección infantil. El Estado y la comunidad deben trabajar conjuntamente para fortalecer programas de prevención y brindar oportunidades reales a los jóvenes que enfrentan situaciones de riesgo.
