Durante la visita del presidente Gustavo Petro a China, el gobierno de Xi Jinping puso sobre la mesa una oferta clave en materia de defensa para Colombia: la entrega de hasta 24 aviones de combate J-10CE con armamento aire-aire. La propuesta, revelada por el medio especializado Infodefensa, llega en medio del fortalecimiento de relaciones bilaterales tras la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
El ofrecimiento chino incluyó facilidades de pago, opciones de financiamiento y plazos flexibles, lo que representa un paquete atractivo para la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). Además, los plazos de entrega serían cortos, gracias a la capacidad productiva de Chengdu Aircraft Corporation, la compañía responsable de fabricar estos cazas polivalentes.
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Colombia estudia la viabilidad de los aviones de China ante tensiones con Estados Unidos
Fuentes cercanas al proceso aseguraron que el presidente Petro ya solicitó a la FAC una evaluación técnica sobre el desempeño del J-10CE. La aeronave ha demostrado eficacia operativa en combates reales, particularmente en los enfrentamientos entre las fuerzas aéreas de Pakistán e India, lo que le otorga un punto a favor frente a modelos aún no probados en situaciones similares.
Uno de los aspectos que más destacó el gobierno chino fue la garantía de suministro sin restricciones: sin vetos en repuestos ni en despliegue operativo. Este punto contrasta con las limitaciones que a veces imponen países occidentales al comercio de armamento, lo que podría dar una ventaja política y logística al modelo chino frente a ofertas como las estadounidenses o europeas.
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Ruta de la Seda despierta inquietud en Washington
El contexto de esta oferta tiene un fuerte componente geopolítico. La decisión de Petro de incorporar a Colombia a la Ruta de la Seda, provocó una respuesta inmediata de Washington. El Departamento de Estado estadounidense anunció que se opondrá enérgicamente a la expansión de esta iniciativa en América Latina, lo que marca un punto de tensión en la relación con Bogotá.
Petro, sin embargo, ha defendido la decisión como una oportunidad para diversificar las alianzas económicas y tecnológicas del país. Durante su encuentro con Xi Jinping, el mandatario colombiano promovió un “diálogo de civilizaciones” y propuso un nuevo eje de cooperación global.
La entrada de Colombia en la Ruta de la Seda no solo redefine sus vínculos diplomáticos, sino que también es transformación en su capacidad militar. La oferta de aviones provenientes de China para Colombia va más allá de un simple negocio armamentista: representa un movimiento dentro del tablero geopolítico.