La violencia en el fútbol colombiano vuelve a encender las alarmas. Este sábado, el bus que transportaba a la plantilla de Millonarios fue atacado en su trayecto hacia el estadio El Campín, donde el equipo disputaría el clásico capitalino contra Independiente Santa Fe. El vehículo recibió impactos de objetos contundentes que rompieron los vidrios, generando momentos de tensión y preocupación entre los jugadores y el cuerpo técnico.
El delantero argentino Santiago Giordana fue uno de los primeros en pronunciarse sobre el ataque. A través de sus redes sociales, compartió imágenes del daño en el bus, mostrando un vidrio destrozado y una botella que habría sido lanzada por los agresores. “Hasta que no maten a alguien, no van a parar. ¡Qué increíble!”, expresó con indignación en su cuenta de Instagram.
Afortunadamente, en esta ocasión no hubo heridos en la delegación de Millonarios, pero el incidente dejó en evidencia las fallas en los esquemas de seguridad que rodean los encuentros de alto riesgo en el fútbol colombiano.
Un problema recurrente en el fútbol colombiano
Este tipo de hechos violentos no son nuevos para Millonarios ni para el fútbol colombiano en general. En la primera fecha del torneo, cuando el equipo embajador viajaba a Santa Marta para enfrentar a Unión Magdalena, su bus también fue atacado. En aquella ocasión, la agresión tuvo consecuencias más graves, ya que el arquero Iván Árboleda sufrió lesiones en los ojos debido a las esquirlas de vidrio, lo que obligó a aplazar el partido.
Ahora, en Bogotá, el ataque al bus de Millonarios ha vuelto a encender el debate sobre la violencia en el fútbol y la responsabilidad de las autoridades encargadas de garantizar la seguridad en los eventos deportivos.
Según información preliminar, el bus de Millonarios habría sido desviado a una ruta diferente a la habitual, lo que lo llevó a cruzar por una zona donde se encontraban hinchas rivales. Generalmente, los equipos utilizan el carril exclusivo de TransMilenio para evitar contacto con los aficionados, pero en esta ocasión la ruta se modificó, exponiendo al equipo a la agresión.
Reacciones y llamados a mejorar la seguridad
El club Millonarios expresó su molestia por la falta de garantías en materia de seguridad y exigió explicaciones sobre el cambio de ruta que dejó expuestos a sus jugadores y cuerpo técnico. La hinchada también reaccionó con indignación, pidiendo sanciones más severas para los responsables de estos actos violentos.
En los últimos años, los ataques a buses de equipos de fútbol han sido frecuentes en Colombia, generando preocupación entre jugadores, directivos y aficionados. La reiteración de estos incidentes pone en duda la efectividad de los protocolos de seguridad implementados en los estadios y sus alrededores.
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A medida que avanza la temporada, clubes y autoridades deberán tomar medidas más estrictas para evitar que la violencia siga empañando el espectáculo del fútbol. Mientras tanto, el clásico entre Millonarios e Independiente Santa Fe se disputó en medio de la tensión provocada por este nuevo episodio de agresión, dejando en evidencia que el problema sigue sin resolverse.
