El empresario y magnate tecnológico Elon Musk, conocido por sus posturas poco convencionales sobre la productividad, vuelve a estar en el centro de la polémica tras sugerir que los trabajadores más comprometidos deberían laborar jornadas de hasta 120 horas a la semana. Sus recientes declaraciones, realizadas a través de la red social X (antes Twitter), han desatado un intenso debate sobre los límites del trabajo y el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Musk, fundador de Tesla y SpaceX, sostuvo que las largas horas de trabajo son esenciales para acelerar la innovación y mantener la competitividad, tanto en el sector privado como en el público. Según él, se necesita un “nivel revolucionario de compromiso” y personas con un “alto coeficiente intelectual” dispuestas a superar las 80 horas semanales de trabajo para recortar gastos y vencer a la burocracia. En su mensaje, puso como ejemplo a los funcionarios de la oficina “Doge”, quienes, según dijo, laboran 120 horas semanales en la lucha contra la corrupción.
Una propuesta que divide opiniones
Las palabras de Musk han recibido apoyo de algunos líderes empresariales. Pues, consideran que el éxito de las grandes compañías tecnológicas ha sido posible gracias al esfuerzo de empleados dispuestos a ir más allá de las normas tradicionales de trabajo. Sin embargo, las reacciones no han sido uniformes.
Organizaciones de derechos laborales y especialistas en salud ocupacional han lanzado advertencias sobre los riesgos que conllevan estas prácticas extremas. Señalan que jornadas prolongadas pueden derivar en agotamiento, estrés crónico, problemas de salud mental y enfermedades cardiovasculares. Adicionalmente, recalcan que la productividad sostenida en el tiempo no necesariamente se correlaciona con un mayor número de horas trabajadas.
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“Elon Musk refleja un modelo de liderazgo que prioriza la eficiencia a toda costa, pero que podría ignorar los límites humanos”, comentó un experto en relaciones laborales. La discusión también se amplió a los modelos de trabajo híbrido y remoto, de los que Musk es un conocido detractor. El empresario ha insistido en que sus empleados deben cumplir al menos 40 horas presenciales por semana, e incluso ha sugerido que pasar la noche en la oficina es una opción válida para aquellos que desean maximizar su rendimiento.
El debate sobre el futuro del trabajo
La propuesta de Musk revive preguntas clave sobre el futuro del trabajo en un mundo que busca mayor bienestar y flexibilidad laboral. Mientras algunos defienden la entrega total al empleo como un camino hacia el éxito, otros abogan por modelos que equilibren la productividad con la salud y el desarrollo personal.
Por ahora, el llamado del magnate ha encendido un nuevo capítulo en la conversación global sobre los límites laborales y el precio del progreso.