En un evento público realizado en Ocaña el lunes 27 de enero, el presidente Gustavo Petro abordó la reciente crisis diplomática entre su gobierno y la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La tensión se desató tras la negativa del mandatario colombiano de autorizar vuelos con más de 100 connacionales deportados desde Estados Unidos.
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“Los gringos ahora no me quieren mucho”, afirmó Petro durante su intervención, reconociendo el impacto de su decisión en las relaciones bilaterales. Según el jefe de Estado, esta postura está alineada con una política que prioriza la dignidad y los derechos de los deportados.
Además, Petro aprovechó la ocasión para relacionar esta situación con la necesidad de cuidar a la niñez, tema que consideró desatendido en Colombia. “Lo dicen porque ellos mismos [los gringos] lo han estudiado en su propia tierra, la ciudad de Nueva York: es cuidar integralmente la niñez”, comentó, agregando que este enfoque debería ser prioritario en el país.
Referencias al conflicto en el Catatumbo
El presidente también abordó la grave situación humanitaria en la región del Catatumbo, donde los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC han dejado un saldo preliminar de más de 100 muertos y cerca de 50.000 desplazados.
Petro cuestionó el accionar de los grupos armados, haciendo un llamado al ELN para que reflexionen sobre su impacto en la población. “¿Y si el viejo ELN en este territorio, nacido en este territorio, se da cuenta de que está equivocado? No sé quién, supongo que Pablito, que no es de aquí, [se da cuenta de] que lo que hicieron fue una ocupación del territorio con formas paramilitares”, aseguró.
Críticas al cultivo de coca y la violencia
En su intervención, Petro planteó la relación entre los cultivos de coca y la violencia en el país. “Lo que atrae a los violentos es el cultivo de hoja de coca, no porque la mata tenga la culpa, es una mata más, incluso con un origen cultural”, afirmó. El mandatario propuso abandonar estos cultivos como una vía para alejar a los actores armados del territorio.
Finalmente, Petro hizo referencia a la dinámica internacional, mencionando una “guerra” entre Elon Musk, Trump y Maduro, quienes, según él, buscan quedarse con el control de los cultivos ilícitos y las armas. “Yo no quiero eso, ese no es nuestro camino”, concluyó.
La declaración del presidente refleja una postura crítica hacia las dinámicas de poder internacionales y un enfoque en la dignidad y la reconciliación como ejes centrales de su política. Sin embargo, su discurso genera controversia en diversos sectores políticos y sociales del país.
