Con un discurso de poco más de cuatro minutos, Álvaro Uribe revivió las viejas tensiones entre los expresidentes que marcaron la política colombiana de la última década. A propósito de las observaciones hechas por Juan Manuel Santos a la estrategia de “paz total” del presidente Gustavo Petro, Uribe lanzó una andanada de reproches que, según él, evidencian una “autocrítica incompleta”.
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“Santos practica la autocrítica dentro del petrosantismo. Pero la crítica de Santos es solamente a su socio Petro”, afirmó, para luego contrastar cifras de narcotráfico: “Hoy hay 300 000 hectáreas de coca, pero Santos dejó 220 000”.
El exmandatario enumeró los puntos que considera más graves:
- Debilitamiento de la Fuerza Pública: responsabilizó al acuerdo de paz y a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de restar capacidad operativa al Ejército y a la inteligencia militar.
- Consolidación de las FARC en el Congreso: recordó que diez exguerrilleros ocupan curules gracias al pacto firmado en 2016.
- Presiones externas: acusó a Santos de “aceptar imposiciones” de Cuba y Venezuela, lo que dice allanó el terreno para las políticas de Petro en zonas como el Catatumbo.
Uribe fue más allá al sugerir que Santos sigue “la obra de Mao Tse Tung” para “eliminar a quienes considera antagónicos”, referencia que ha provocado reacciones divididas. Mientras militantes del Centro Democrático celebraron la advertencia, voceros del Partido de la U colectividad de Santos calificaron el señalamiento de “exagerado y descontextualizado”.
El remate del mensaje, “Estamos avisados para el 26”, despertó especulaciones sobre el papel que jugará Uribe en la campaña presidencial de 2026. Analistas sugieren que podría tratarse de un llamado a la unidad de la oposición o incluso de un anticipo de respaldo a un eventual candidato del uribismo.
La crítica de Uribe reaviva la disputa entre los dos expresidentes y pone de nuevo la paz con las FARC en el centro del debate político. Mientras Santos guarda silencio ante la réplica, el gobierno Petro defiende su política de paz total y los sectores opositores afinan estrategias de cara a las elecciones de 2026, un año que, según Uribe, “ya está marcado en el calendario”.
