Un lamentable episodio marcó la celebración de un equipo juvenil de fútbol en el Valle del Cauca, cuando regresaban de un torneo deportivo en la zona rural del municipio de Trujillo. El Club Old Trafford de Tuluá, que se había coronado campeón en la competencia Liga Huasanó, fue víctima de un ataque armado en el camino de vuelta.
El incidente se presentó en el sector conocido como Hato Viejo, ubicado en la vía que une a Trujillo con Riofrío. Allí, un grupo de hombres, desplazándose en motocicletas, interceptó al equipo y disparó en varias ocasiones contra ellos. Como resultado de este acto violento, dos personas resultaron heridas: Deiby Sierra, jugador del club, y Santiago Suárez, acompañante del grupo. Ambos fueron trasladados inicialmente al hospital local, pero debido a la gravedad de sus lesiones, tuvieron que ser remitidos a centros médicos con mayor capacidad para atender su situación.
Según las autoridades, el ataque estaría relacionado con un conflicto generado entre los seguidores del equipo campeón y los del conjunto local, que quedó en segundo lugar. Se menciona además que la disputa se originó por una apuesta de cuatro millones de pesos entre los aficionados, lo que habría encendido los ánimos y desencadenado el violento episodio.
La Policía ha confirmado que hasta ahora no se ha identificado a los responsables de los disparos. Sin embargo, ya se activó un plan candado en la región para dar con los agresores y garantizar la seguridad en la zona. Este esfuerzo forma parte de una serie de acciones destinadas a proteger a los deportistas y a la comunidad, ante la preocupante escalada de hechos violentos relacionados con eventos deportivos.
Este suceso ha generado gran conmoción en el Valle del Cauca, especialmente porque llega apenas días después de otro incidente fatal que involucró a jóvenes futbolistas. En un accidente de tránsito ocurrido recientemente, una adolescente de 16 años, perteneciente a un equipo de Sabaneta, Antioquia, perdió la vida, mientras que otros miembros de su equipo resultaron heridos.
La preocupación por la seguridad en el ámbito deportivo aumenta entre los habitantes y las autoridades de la región. El fútbol juvenil, que debería ser un espacio de crecimiento y sana competencia, se ha visto empañado por hechos que afectan la integridad de sus protagonistas.
En medio del duelo por las víctimas, se hace un llamado a la reflexión y a la necesidad de reforzar las medidas de protección para evitar que la violencia siga tocando las puertas de las canchas y caminos por donde transitan los deportistas.
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Por ahora, las investigaciones continúan en curso y la comunidad espera respuestas rápidas para que se haga justicia y se garantice que eventos como este no se repitan.
