Con pancartas, lágrimas y un ataúd simbólico, decenas de madres de niños con enfermedades huérfanas, crónicas y discapacidades volvieron a tomarse la sede de la Nueva EPS en el norte de Cali. Exigen, una vez más, el cumplimiento de los tratamientos médicos para sus hijos, quienes según denuncian, enfrentan un deterioro alarmante en su salud debido a las demoras y negligencias en la atención.
Esta no es la primera vez que estas mujeres salen a las calles, puesto que el pasado 19 de marzo, realizaron un plantón similar en el que lograron llegar a ciertos acuerdos con la entidad. Sin embargo, aseguran que nada ha cambiado. “Estamos protestando por el no cumplimiento de los acuerdos. Es inaceptable que el Estado, a través de la Nueva EPS, no garantice el derecho fundamental a la salud para nuestros hijos”, afirmó con indignación Luz Neidi Téllez, una de las manifestantes.
Las madres aseguran que los medicamentos siguen sin entregarse de manera oportuna. También denuncian que en varias clínicas se ha negado la atención en urgencias a sus hijos, debido a problemas administrativos entre las entidades prestadoras y la EPS.
La crisis de fondo
Este nuevo capítulo se suma a una crisis que se intensificó a inicios de febrero, puesto que en ese momento, Audifarma, el antiguo operador farmacéutico de la Nueva EPS, dejó de prestar sus servicios. Esto dejó a más de 300.000 usuarios en Cali sin acceso regular a sus tratamientos. Muchos de ellos, con enfermedades que no permiten interrupciones. Aunque en semanas recientes la entidad ha anunciado avances en la normalización del servicio, las madres aseguran que la realidad sigue siendo crítica, especialmente para los pacientes pediátricos con enfermedades raras.
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Leidy Franco, madre de un niño con una condición huérfana, relata que ha tenido que recurrir a vías legales y préstamos personales para comprar medicamentos esenciales. “No es un capricho. Es cuestión de supervivencia. Cada día sin tratamiento pone a mi hijo en riesgo”, expresó con voz quebrada.
Las protestas continúan, y con ellas, el clamor de madres que no están dispuestas a quedarse en silencio. Exigen respuestas, pero sobre todo, soluciones inmediatas.
