El representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, lanzó una serie de declaraciones contundentes sobre lo que haría si llegara a la presidencia de Colombia. Durante un discurso reciente, el político anunció medidas para enfrentar actos vandálicos y delitos cometidos en el marco de las manifestaciones.
Sus propuestas, consideradas extremas por muchos, generaron reacciones polarizadas tanto en el ámbito político como en redes sociales. Mientras algunos apoyan su enfoque de mano dura, otros lo critican por promover políticas que vulneran derechos fundamentales y atentan contra la dignidad de los ciudadanos.
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Cárceles en zonas remotas: la propuesta más polémica
Polo Polo planteó la construcción de una mega cárcel en una región selvática o en una isla desierta del país, similar a la antigua prisión de la isla de Gorgona. Según el congresista, este centro penitenciario albergaría a “terroristas y bandidos” y aprovecharía las barreras naturales para evitar fugas. La idea, inspirada en modelos internacionales de cárceles de máxima seguridad, busca reforzar el control sobre delincuentes de alta peligrosidad.
El político argumentó que su enfoque garantiza la seguridad ciudadana y evita que criminales peligrosos regresen a las calles. Además, destacó que estas instalaciones ofrecerían condiciones de custodia mucho más estrictas, minimizando riesgos de motines o fugas. No obstante, la propuesta despertó el rechazo de sectores sociales que consideran esta medida inhumana y violatoria de los derechos humanos.
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Medidas drásticas contra manifestantes violentos
Polo Polo dejó claro que, de llegar a la presidencia, no tolerará actos de vandalismo en manifestaciones públicas. Propuso el uso de fuerza policial contundente, incluyendo gas lacrimógeno y golpes de bolillo, para dispersar a quienes atenten contra bienes públicos o privados. Su mensaje fue claro: no permitirá que las marchas se conviertan en escenarios de violencia y destrucción.
El representante también sugirió sanciones específicas contra estudiantes que participen en actos vandálicos. Según él, aquellos que dañen propiedades perderían automáticamente becas y ayudas financiadas por el Estado. “No más parásitos”, sentenció en su cuenta de X, enfatizando que los recursos públicos no deben beneficiar a quienes destruyen el patrimonio colectivo.
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Inspiración en el modelo Bukele
Miguel Polo Polo aseguró que su gestión seguiría una línea de seguridad aún más radical que la implementada por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Prometió que sus políticas serían tan estrictas que las organizaciones de derechos humanos “llorarían y se revolcarían” al ver la dureza de sus decisiones. Con estas declaraciones, el congresista buscó consolidarse como una figura de autoridad y orden, contrastando con lo que él considera una falta de control bajo el actual gobierno.
Esta postura ha generado opiniones divididas en el escenario político nacional. Algunos sectores apoyan su visión de mano dura contra el crimen, mientras que otros la consideran excesiva y violatoria de derechos fundamentales. Pese a las críticas, Polo Polo sostiene que el país necesita una figura que enfrente el desorden con firmeza y determinación.