Desde Florida, el presidente Donald Trump abordó el conflicto diplomático que surgió luego de que Colombia rechazara la entrada de dos aviones con deportados provenientes de Estados Unidos. Durante su intervención ante miembros republicanos, Trump justificó las estrictas medidas tomadas con los pasajeros a bordo, calificando a los deportados como “asesinos, capos de la droga, líderes de pandillas y mafiosos”.
“¿Cómo te sentirías siendo el piloto de un avión con 300 personas, y cada uno de ellos es un asesino, un narcotraficante o un jefe de alguna mafia?”, cuestionó Trump mientras defendía el uso de esposas y cadenas durante los vuelos. Según su relato, la negativa inicial del Gobierno colombiano se resolvió rápidamente tras su intervención y la de otros funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Marco Rubio y el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz, quienes colaboraron para superar el desacuerdo.
Declaraciones que avivan la polémica
El presidente subrayó que las críticas hacia el trato a los deportados eran injustificadas, insistiendo en la peligrosidad de los pasajeros a bordo. “Nos acusaron de ser duros porque estaban encadenados, pero, honestamente, ¿cómo garantizas la seguridad en un avión con estas personas?”, añadió Trump, quien además celebró que Colombia hubiera cambiado su postura poco después de que él tomara cartas en el asunto.
Estas declaraciones llegan en un contexto donde otros países, como Brasil, han abierto investigaciones por posibles abusos en vuelos similares. Recientemente, un avión con 88 migrantes deportados aterrizó en territorio brasileño, y muchos de ellos estaban engrilletados, lo que desató indignación en diversas organizaciones de derechos humanos.
Además, durante su discurso, Trump no solo abordó el tema de los vuelos de deportación, sino que también presumió de haber logrado una reducción histórica en la entrada de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos. “Tenemos el menor número de migrantes ilegales en nuestra historia”, afirmó el expresidente, quien señaló que las “peores pandillas extranjeras” aún representan una amenaza en el país.
En este sentido, anunció que, de volver al poder, impulsaría una inversión récord en seguridad interior. Esto incluiría mayor financiación para aviones de deportación y la creación de nuevos grupos de trabajo destinados a reforzar la aplicación de la ley migratoria.
Impacto en la relación entre Colombia y EE. UU.
Este episodio vuelve a poner sobre la mesa las tensiones entre Colombia y Estados Unidos en torno al manejo de la migración y la cooperación bilateral. Si bien la administración de Gustavo Petro optó inicialmente por rechazar los vuelos, la presión diplomática estadounidense parece haber inclinado la balanza.
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A medida que avanzan las investigaciones y el debate, el tema sigue generando controversia, especialmente por las acusaciones de trato inhumano hacia los deportados. Sin embargo, Trump mantiene su postura firme y defiende sus políticas como una herramienta necesaria para garantizar la seguridad nacional.