La reciente denuncia de la Policía Metropolitana de Pereira puso en evidencia un nuevo esquema de extorsión que combina el uso indebido de la imagen de altos mandos policiales con el aprovechamiento de las debilidades en el control de comunicaciones dentro de centros penitenciarios.
Según lo reportado por medios locales, como Noticias360digital, los delincuentes lograron acceder a material público del coronel Miguel Andrés Camelo Sánchez y lo utilizaron para enviar mensajes que parecían auténticos. Con esta estrategia buscaban generar confianza en las víctimas y obligarlas a entregar sumas de dinero bajo la falsa promesa de protección o la amenaza de represalias.
También puede leer: Asesinan a Shaira Patiño, mujer trans en Tuluá, Valle del Cauca
Los primeros análisis señalan que las comunicaciones extorsivas tendrían origen en la cárcel de Jamundí, en el Valle del Cauca. Este hallazgo motivó a las autoridades a reforzar los controles tecnológicos y operativos en coordinación con el Inpec, con el fin de frenar la continuidad de este delito. La Fiscalía General de la Nación ya asumió la investigación del caso.
Operativos contra la extorsión en Pereira
Paralelamente, un operativo conjunto en Pereira permitió la captura de cuatro presuntos extorsionistas. El Gaula Militar del Eje Cafetero, el Gaula de la Policía y el CTI de la Fiscalía adelantaron allanamientos que culminaron con la detención de los señalados, quienes se identificaban como integrantes de la estructura criminal La Cordillera.
De acuerdo con el Ejército Nacional, estas personas exigían hasta 180 millones de pesos a sus víctimas, bajo amenazas contra sus vidas y las de sus familias. Incluso, solicitaban la cesión de bienes inmuebles que luego eran registrados a nombre de terceros para su posterior venta, lo que les permitía mover recursos ilícitos a través de mecanismos notariales.
Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía a denunciar cualquier intento de extorsión a través de la línea gratuita del Gaula 165 o la línea de emergencia 123, recordando que no se debe ceder a las presiones de los delincuentes.
